Francia no escapa a la norma: cuando hay muertos, sean estos debidos a accidentes o atentados, se insiste ante todo en las víctimas francesas. Todos los países hacen lo mismo, y no es por lo tanto sorprendente si se comenta muchísimo más el atentado islamista de Karachi, con 11 muertos, que otros atentados islamistas, que no cesan por doquier, y sobre todo en Israel. Lo que me preocupa es la sorpresa de las autoridades y de la prensa francesas, como si se sintieran protegidos ante el terrorismo islámico. ¿Porqué las autoridades de este país han facilitado que los integristas “Hermanos musulmanes” coparan la dirección de la unión de las organizaciones islamistas de Francia? ¿Por qué se han bajado los pantalones, con perdón, no ante los trabajadores y los parados de origen magrebí, no, de eso nada, ¡todavía hay clases!, sino ante los petrodólares, los países y organizaciones más reaccionarios del mundo arabomusulmán. Pues ¡no basta aún, señores!
Los hinchas corsos, tomándose por argelinos, abuchearon “La Marsellesa” en el partido Lorient-Bastia, del sábado por la tarde. Presente, el presidente Chirac protestó airadamente, exigió disculpas inmediatas de los responsables locales y nacionales del fútbol, y Lorient ganó 1 a 0. No estoy seguro que ambas cosas tengan relación, como tampoco tuvo demasiada relación la gamberrada nacionalista corsa con la manifestación argelina a gritos de ¡Viva Bin Laden!, que no sólo abucheó el himno nacional francés, sino que interrumpió violentamente el partido y se lanzaron latas de Coca Cola –¡no faltaba más!– contra Jospin y sus ministros, congelados más por imbecilidad, que por miedo, en la tribuna oficial.
Que Chirac tenga más... carácter, ya se sabía, pero a veces le sobra, y no para bien. La forma con la que ha montado su partido, la Unión de la Mayoría Presidencial, es desde luego muy autoritaria y Fraçois Bayrou tiene razón cuando afirma que una alianza electoral no es lo mismo que un partido único. En esta, para mí, interminable campaña electoral, el PS nos da pena. Reafirmando, como los paranoicos profundos que son los mejores, y que si han perdido fue por culpa de Hitler, Haider, Berlusconi y Le Pen, cuando se les pregunta: ¿sois conscientes de que si ganáis las legislativas, volvemos a las marismas de la cohabitación?, responden, tan tranquilos: en absoluto, ya que hemos votado Chirac en la segunda vuelta de las presidenciales, Chirac es nuestro, y tendrá que hacer lo que queramos. Presidir entierros oficiales, por ejemplo. ¿De verdad se lo creen? Todo es posible, e incluso, hasta que volvamos a la cohabitación.
El “American Jewish Congress”, potente organización judía norteamericana llama a boicotear el próximo Festival de Cannes, para protestar contra el aumento del antisemitismo en Francia. ¿Cuándo nos decidiremos a hacer lo mismo, con mil motivos más? Cannes no subvenciona directamente Hamas. San Sebastián, sí que subvenciona ETA, y no se hace nada.
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