Menú
Carlos Semprún Maura

Stalingrado y Johannesburgo

No es de extrañar que las medidas para ilegalizar y suspender a Batasuna sean acogidas en Francia con recelo, cuando no con hostilidad. La mañana de éste lunes, France-Info, la radio de información continua, y la más sociata de las radios estatales, difundió cien veces la histórica frase de Otegui, cuando dijo que el País Vasco será el Stalingrado donde se romperá la crisma ese fascista de José María Aznar. Es sintomático que en su delirio haga referencia a la URSS, y es de suponer que ya han localizado dónde van a instalar su Gulag. En Euronews, la cadena de televisión europea, que es la voz de su amo, el Quai d’Orsay –que si ha cambiado de inquilino no ha cambiado de política–, la diplomacia francesa es aún más contundente en su defensa “objetiva” de Batasuna. Pero a veces, se notan incoherencias, como en un reciente número de “Le Figaro” en el que el editorial consideraba ejemplar la acción anti ETA de José María Aznar mientras, el mismo día, un reportaje sobre la manifestación pro Batasuna en San Sebastián saludaba el valor de estos vascos que resistían al autoritarismo de Madrid. Porque para muchos franceses y su prensa, Alemania sigue siendo nazi y España, franquista, y por lo tanto ¿para qué tener en cuenta las pruebas sobre la complicidad activa de Batasuna con el crimen organizado?

Abruma el gigantesco despilfarro de la cumbre de Johannesburgo “para salvar la Tierra”. No servirá para nada, como la de Río de Janeiro o la de Kioto. Tras esta última, ninguno de los países que firmaron el “tratado” han cumplido un ápice de lo que habían firmado. Johannesburgo sólo servirá para gastar fortunas que hubieran sido mejor empleadas en obras de regadío, o en la lucha contra el Sida, y para desarrollar una logorrea antiimperialista y anticaptalista con la novísima introducción de la lucha de clases en el clima. Porque, como todo el mundo sabe, las inundaciones en Europa, y no hablemos en China, son obra de Bush y de sus lacayos. Da risa.

Si el PCF no ha podido celebrar su “Universidad de verano” por falta de recursos, pululan y seguirán pululando hasta entrado septiembre otras universidades de la izquierda plural, que nada tienen que ver con la labor universitaria, ni con el verano, puesto que el capitalismo lo ha destruido. Estos días se celebra la de ATTAC, conato de una internacional marxista-leninista. No es el único intento, pero es el más visible, y como es lógico no tiene la menor democracia interna. La diferencia fundamental de éste embrión de peste, con las internacionales de antaño es que el movimiento obrero era una realidad, así como militantes obreros, mientras que hoy, los obreros que quedan votan FN. Por lo tanto, ATTAC recluta entre los diputados –sobre todo comunistas, aunque también socialistas– y los apparatchiks sindicales y de la izquierda plural, así como periodistas, universitarios, etc. Sus teorías constituyen una mezcla de marxismo de cocina, con una defensa a ultranza de la burocracia estatal, de antimundialización liberal y de ecología clasista. Un asco, pero respetable, que dar gato por liebre, tanto más fácilmente que las ideas socialburócratas han penetrado profundamente en la derecha gala.

Termino aquí para seguir leyendo el último libro de Jean-François Revel: “La obsesión antiamericana”, un respiro en medio de tanta bazofia. Hablaremos.

En Internacional

    0
    comentarios