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Carlos Semprún Maura

Telebasura

En uno de mis recientes zapeos nocturnos por las cadenas de televisión me topé –bendita ilusión– no con una fontana que fluía sino con un chorro de mierda y menira vomitada por el Fidel Castro

En uno de mis recientes zapeos nocturnos por las cadenas de televisión me topé –bendita ilusión– no con una fontana que fluía  sino con un chorro de mierda y menira vomitada por el Fidel Castro. Resulta que Ignacio Ramonet entrevistaba al líder máximo mientras relataba, con su consabida objetividad, la horrenda situación de la isla por culpa de Estados Unidos. Decía Fidel Castro que, además de todo lo malo que los yanquis causan a Cuba a diario, pagan una miseria de 5.000 dólares a los terroristas mercenarios que ponen bombas en las escuelas que asesinan a políticos, a militares o a líderes de la Revolución. Pero, ¿cómo reacciona la revolución ante ese terror impuesto por el imperialismo yanqui? Con infinita bondad, naturalmente. La pena de muerte existe, sí, pero nunca de aplica. De vez en cuando se detiene a un par de terroristas....¿pero cómo no se va a detener a asesinos de niños?
 
En su papel de mayordomo de Castro, Ignacio Ramonet le tiende la bandeja, “un poco más de caviar, Comandante”. Ochoa y de la Guardia fueron ejecutados, pero claro ellos representaban un peligro verdadero para la patria. Traducido al castellano: “Ochoa y demás existían y me estorbaban, no como esos  terroristas que acabo de sacarme de la manga”. La televisión francesa es así, y la prensa igual, son zapateristas. Y mejor no hablar de la invasión de las cucarachas que mediante la “excepción cultural” imponen su basura gala en todas las pantallas chicas.
 
Pero aún más grave es la cobardía inmensa manifestada en torno al nuevo peligro iraní. Todos consideran que ni Francia ni la Unión Europea deben hacer nada, salvo conservar el paripé de las negociaciones y de la diplomacia del mismo modo que ayer mantenían que había que dejar a los inspectores de la ONU proseguir su acción en defensa de Sadam Hussein. Al mismo tiempo que defienden la postura conciliadora muniquesa de su Gobierno y de la UE, increpan, insultan y se mofan de los Estados Unidos. Tienen la caradura de proclamar que “Washington se raja”, que no hace nada porque su fuerza militar está estancada en Irak. Lo que realmente esperan es que Washington ataque de una vez Irán para matar dos pájaros de un tiro. Alejar la amenaza nuclear iraní y seguir insultando al Gobierno de Bush por imperialista para mantener su prestigio entre los países árabes. Ni siquiera son capaces de imaginar una respuesta militar limitada pero eficaz; el bombardeo selectivo de las instalaciones militares iraníes. No sólo en Ispahán pues este lugar puede ser una trampa mientras las armas nucleares se están construyendo en otro. Es posible que la CIA no sepa aun donde pero me extrañaría que los israelíes lo ignoren. Además, repito, una amenaza contundente de bombardeo puede bastar para que los ayatolás se lo piensen seriamente. Esta situación poco tiene que ver con la de Corea del Norte pese a lo que se dice. La situación catastrófica que padece Corea del Norte nada tiene que ver con Irán. Los coreanos consideran su armamento nuclear como un precioso –y único– rehén para ejercer el clásico chantaje de “lo abandonaremos sólo a cambio de....”. Por lo visto aún no se les ha ofrecido lo suficiente.

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