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Carlos Semprún Maura

Todo bajo control

Lo único que no va mal en Francia, porque va a peor, es el aumento del antisemitismo: las agresiones contra las sinagogas y las personas, la defensa de Hamás y el islamismo terrorista en su conjunto.

Todo va razonablemente mal en Francia: las reformas pendientes desde hace más de 30 años se dejan notar ahora en forma de resultados negativos. Unos días de nieve y heladas han colapsado medio país. Tenían todas las baterías apuntando contra el calentamiento del planeta y sus canículas y resulta que ahora viene el frío. Otro problema, más persistente en nuestra historia, es que los escuálidos sindicatos (que sólo representan al 8% de los asalariados) siguen teniendo, no obstante, posibilidades de joder la marrana (disculpen esta expresión gallega). Ayer, debido a una huelga, la Gare Saint-Lazare cerró por primera vez sus puertas y el cabreo de los viajeros secuestrados fue masivo. Hoy, está pasando lo mismo en Marsella y con idéntico pretexto: la "agresión" de un funcionario de la SNCF. Marsella ya se colapsó hace unos días debido a la nieve: aeropuerto cerrado, carreteras cerradas, escuelas cerradas y burdeles abiertos. Algo es algo.

"Los mejores hospitales del mundo" han sido escenario de varios escándalos con "muertes accidentales". Al mismo tiempo, la crisis financiera y económica se instala de manera confortable, sin demasiados estragos, las cosas como son. El paro aumenta, pero los precios disminuyen (¿Cómo explicar el escándalo Madoff sin tener en cuenta la imbecilidad de tantos, incluido el Santander, y la rapacidad de algunos?). Pero también hay buenas noticias, como la reforma de los exámenes para obtener el carné de conducir. ¡Reforma histórica!

Asimismo, se anuncian cambios en el Gobierno en los próximos días. No haré mi quiniela, como sí están haciendo otros; tan sólo espero ver lo que pasa. Lo único casi cierto es que Xavier Bertrand, ministro de Trabajo, al convertirse en líder de la UMP, será sustituido en su ministerio. Las modificaciones no serán fundamentales; Sarkozy no va a nombra a Martine Aubry primera ministra.

Ya que hablamos de líderes políticos, Michel Rocard acaba de anunciar que se retira de la vida política activa. Quiere reflexionar sobre las crisis y escribir. ¡Dios nos libre! Sin embargo, Rocard no fue de lo peor que tuvo el Partido Socialista, pero es gafe. Se dice que Miterrand le nombró primer ministro para hundirle definitivamente. Y lo logró, impidiéndole prácticamente tomar la menor decisión. También se comenta que el "florentino" Mitterand nombró a cinco ministros comunistas para hundir el Partido Comunista francés y que también lo logró. Falso: fue el derrumbe de la URSS lo que lo enterró.

Lo único que no va mal en Francia, porque va a peor, es el aumento del antisemitismo: las agresiones contra las sinagogas y las personas, la defensa de Hamás y el islamismo terrorista en su conjunto. En este sentido, me entusiasmó el artículo de Robert Redeker enLe Figaroel pasado martes. Condenado a muerte por los islamistas, este profesor de filosofía no da ni medio paso atrás. Pero comentaré su artículo en mi próxima crónica cosmopolita, no quiero meterlo entre mibaguettey mis pitillos, el asunto es demasiado importante.

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