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Carmelo Jordá

Editoriales que hacen bien las cosas

Parece que las empresas están empezando a cambiar de estrategia, bien sea por convencimiento, bien obligadas por una realidad que se empeña, maldita, en evolucionar sin pedirnos permiso y sin tomarse el tiempo que a nosotros nos gustaría.

Para nuestra (agradable) sorpresa hay editoriales españolas que también saben hacer bien las cosas. No es que desconfiásemos de partida del sector o que dudásemos de que hay en él profesionales cualificados, pero los hechos en los últimos dos años nos habían dotado de una coraza de escepticismo prácticamente indestructible.

Afortunadamente, parece que las empresas están empezando a cambiar de estrategia, bien sea por convencimiento, bien obligadas por una realidad que se empeña, maldita, en evolucionar sin pedirnos permiso y sin tomarse el tiempo que a nosotros nos gustaría.

Así, durante esta misma semana he asistido con interés al anuncio del lanzamiento de B de Books, la editorial digital de un sello grande y prestigioso como Ediciones B, que no sólo pone en marcha sino que lo hace con unas premisas que nos parecen acertadas y, si me permiten, necesarias de cara a tener éxito.

En primer lugar lo que se describe como una política "agresiva" de precios pero que en realidad yo calificaría como una política "realista" de precios: novedades con un coste máximo de diez euros y libros del catálogo que en ningún caso superarán los 5 euros.

Además, algunos títulos se pondrán a la venta por dos euros, una cantidad a la que auguro grandes éxitos de ventas y, si se eligen bien los títulos, excelentes rentabilidades.

En cualquier caso, sean dos o diez euros los que nos cueste un buen libro, son cantidades en la línea de lo que en otros mercados ha funcionado con éxito y que se adaptan a lo que los consumidores están dispuestos a pagar por un producto, como es un libro electrónico, que no genera sensación de posesión física. Y son un nivel de gasto que favorece la que es una de las grandes ventajas de los ebook: generar compras impulsivas.

Pero mejor todavía es el hecho de que los libros estarán disponibles sin DRM, sin molestos sistemas de descarga sujetos a poseer no-sé-qué complicado programa, sólo descargar y leer y, por supuesto, hacerlo en el dispositivo que queramos.

Y por último: lanzamientos continuos (prometen unos 300 al año) y, en el caso de las novedades, al mismo tiempo que se lance el título en papel.

Ya sé que no son secretos arcanos que sólo estuviesen al alcance de genios del marketing o gurús de la red, se trata de políticas comerciales con toda la lógica por las que habría apostado cualquier observador racional del mercado, pero la norma hasta ahora era más bien la contraria, así que hay que saludar que alguien, por fin, se decida a hacer las cosas bien.

Obviamente, todavía no sabemos si la idea será un éxito económico, aunque apostamos porque sí tendrá éxito y, además, no lo hacemos a humo de pajas sino con una base: la recepción de la noticia en internet y redes sociales ha sido inmejorable e incluso llegó a convertirse en "trending topic" en Twitter durante todo un día.

No es pronto, desde luego, y lo ideal habría sido adelantarse al mercado en lugar de ir a remolque, pero nunca es tarde si la dicha (y los eBooks) son buenos.

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