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César Vidal

Las imprescindibles memorias de Koestler

La guerra civil española tuvo entre otras consecuencias inmediatas la de convertir el territorio nacional en campo de batalla de los totalitarismos de la época, nazismo y comunismo, a los que se sumó el fascismo italiano. Entre los agentes de la Komintern se encontraba Arthur Koestler, un húngaro que no había escrito nada de valor pero al que los servicios comunistas de intoxicación estaban decididos a convertir en intelectual de peso recurriendo a las redes de propaganda.

Detenido como espía por la policía de Franco, Koetsler fue condenado a muerte. Hallándose en prisión tuvo una experiencia de carácter trascendente que le llevó a aceptar la existencia de una vida después de la muerte y a replantearse su trayectoria personal. Puesto en libertad gracias a la mediación diplomática, Koestler salió de la cárcel convertido en un hombre nuevo, cuya fe en el comunismo prácticamente se hallaba reducida a cenizas. En 1940, se encontraba en Gran Bretaña, donde comenzó a redactar sus grandes libros que no iban ya a recibir el respaldo de una progresía que se dejaba manipular, consciente o inconscientemente, por la URSS.

Fue así cómo surgió El cero y el infinito, una de las obras maestras cocidas al calor de la guerra civil española, y también, volumen a volumen, las memorias que ahora reedita muy acertadamente la editorial Debate. En este volumen, Koestler describe su paso por las repúblicas asiáticas de la URSS, los métodos propagandísticos de la Komintern, la creación de una red de intelectuales adictos por parte de la URSS destinados a convertirse en instrumentos de propaganda y la acción de la Komintern en la guerra civil española. A pesar del tiempo pasado y de la desaparición de la URSS, las obras de Koestler –y ésta de manera muy especial– continúan siendo de lectura obligatoria.


Arthur Koestler, La escritura invisible. Memorias y biografías, Debate, Madrid, 478 páginas. Traducción de Alberto Luis Bixio.

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