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Clifford D. May

Tirando el dinero

Dado que Estados Unidos envía 900 millones de dólares a Gaza, aún cuando Hamás sólo lograra apropiarse del 10% de esos fondos, tal cifra nos convertiría en el segundo mayor financiador de Hamás, sólo por detrás de Irán.

Este mes se celebró la "Conferencia Internacional en Apoyo de la Gente y la Economía de Dafur" y se recaudaron miles de millones de dólares no sólo de Estados Unidos y Europa sino también de los Estados árabes y musulmanes preocupados por los crímenes de guerra –que incluyen masacres y violaciones sexuales en masa– perpetrados contra la gente de Darfur que en su mayoría son negros y musulmanes.

Claro que usted habrá notado que me he inventado lo que le acabo de contar. No la parte sobre las cosas terribles que suceden en Darfur, porque eso sí es cierto, sino la parte sobre los donantes internacionales reuniéndose para ayudar la gente de Darfur. Lo del dinero sí sucedió pero en la "Conferencia Internacional en Apoyo de la Economía Palestina para la Reconstrucción de Gaza" en Sharm El-Sheikh, un centro turístico en Egipto donde se recaudó un total de 4.500 millones de dólares.

La población de Gaza ha estado recibiendo durante mucho tiempo más ayuda per cápita que cualquier otro grupo en el mundo –mucho más de lo que la gente de Darfur recibe– pero Gaza está en un estado particularmente lamentable en estos momentos. La razón: los habitantes de Gaza eligieron a Hamás para que los gobernara y Hamás ha prometido exterminar a Israel y, para lograrlo, dispara rutinariamente misiles contra ciudades israelíes.

En respuesta, Israel invadió Gaza y fue a la caza de los líderes y combatientes de Hamás. Muchos en la "comunidad internacional" criticaron la respuesta de Israel como "desproporcionada" a pesar de que no lograron detener los misiles. Se ha disparado más de 100 misiles contra Israel desde el "alto el fuego" del 18 de enero. Lógicamente, ¿no sugiere eso que la respuesta fue más bien escasa que excesiva.

Es más, Richard Kemp, ex comandante de las tropas británicas en Afganistán, examinó cuidadosamente la acción militar israelí y llegó a esta conclusión: "No creo que haya habido nunca un momento en la historia de la guerra en general en el que un ejército haya hecho tantos esfuerzos para reducir la incidencia de víctimas y muertes de civiles" como lo han hecho las fuerzas israelíes en Gaza, según le contó a la BBC.

Pero el empeoramiento de la crisis en Darfur no ha pasado enteramente inadvertido. Hamás, así como Hizbolá y su patrocinador mutuo, Irán, salieron a defender vigorosamente al presidente islamista militante de Sudán, Omar al-Bashir, el hombre con mayor responsabilidad por la muerte y destrucción en Dafur.

Los partidarios de Hamás en Gaza incluso llevaron a cabo una marcha en apoyo de al-Bashir que recientemente expulsó a trece agencias de ayuda que habían estado intentando ayudar a la gente de Darfur –no construyendo nuevos edificios sino simplemente proporcionándole agua y alimentos– artículos que andan escasos por Darfur en este momento. Escandalizados ante la defensa de un opresor y contra sus víctimas, la Liga Árabe y la Organización de la Conferencia Islámica emitieron sendos comunicados críticos con Hamás, Hizbolá e Irán.

Bueno, en realidad, eso tampoco sucedió. La Liga Árabe y la Organización de la Conferencia Islámica no pronunciaron ni una palabra crítica contra Hamás, Hizbolá e Irán. Por el contrario, la Liga Árabe dijo que enviaría una delegación a la ONU para solicitar la suspensión de una autorización internacional de detención contra al-Bashir.

Vale la pena hacer hincapié en un detalle: Hay una nación en Oriente Próximo que ha abierto sus fronteras a los refugiados de Darfur. Esa nación es Israel. Quizás los israelíes ven un paralelo entre Darfur –en el que se ha estado practicando el genocidio– y su propia nación, que fue creada después del genocidio conocido como el Holocausto y que hoy vive bajo de la amenaza genocida de Irán, Hizbolá y Hamás.

No quisiera parecer insensible ante las dificultades que tienen que soportar las gentes de Gaza. Pero sí quisiera enfatizar su responsabilidad y el hecho de que podrían aliviar su sufrimiento tolerando la existencia de Israel y buscando la paz; cosa que no pueden hacer los habitantes de Darfur.

Mientras sigan siendo liderados por Hamás, tendrán que seguir guiándose por la Carta Fundacional de Hamás que no sólo se compromete a "eliminar" a Israel, sino que también indica de forma clara que "no hay solución al problema palestino excepto a través de la yihad. Las iniciativas, propuestas y conferencias internacionales son todas una pérdida de tiempo y de esfuerzos inútiles". Con la excepción, quizá, de las conferencias que les rellenan los bolsillos de dólares y euros.

No entiendo por qué es tan difícil que los donantes internacionales le digan a la gente de Gaza: "Miren ustedes, pueden tener reconstrucción o guerra perpetua, pero no pueden tener ambos. Si lanzan misiles contra los israelíes, secuestran a israelíes y los mantienen cautivos (Gilad Shalit fue secuestrado en 2006 y sigue sin ni siquiera poder recibir la visita de la Cruz Roja), planean atentados terroristas y juran limpiar étnicamente cada centímetro de tierra entre el Mediterráneo y el río Jordán, entonces tendrán que contar con que los israelíes puedan responder de vez en cuando, y eso significa que cualquier edificio que construyan ahora probablemente será escombros dentro de un año".

En la conferencia en Egipto, Estados Unidos se comprometió a donar 900 millones de dólares: 300 millones en ayuda humanitaria para Gaza y cerca de 600 millones en ayuda al desarrollo a la Autoridad Palestina que gobierna Cisjordania y a la que le gustaría tener más influencia en Gaza pero que como rival no ha estado a la altura de Hamás. La intención es utilizar esos fondos para consolidar a los palestinos moderados pero si el dinero fluye en Gaza antes de que Hamás acepte como mínimo un alto el fuego total y una tregua prolongada, sólo parecerá que se está recompensando a Hamás. 

En realidad, puede ser más que apariencias: El congresista americano Mark Kirk ha observado que Hamás tiene la costumbre de apropiarse de los fondos de ayuda que están previstos para otros. "Dado que se envían 900 millones a esta zona, aún cuando Hamás sólo lograra apropiarse del 10% de esos fondos, tal cifra nos convertiría en el segundo mayor financiador de Hamás, sólo por detrás de Irán", explicaba Kirk.

Pese a lo anterior, la secretaria de Estado Hillary Clinton dijo que la conferencia de los donantes había sido "muy productiva" y señaló que podría conducir a una "paz integral entre Israel y sus vecinos árabes". Pero añadió que eso solamente podrá suceder cuando los palestinos quieran más la paz que la conquista, cuando quieran a sus hijos más de lo que odian a los israelíes y cuando renuncien a su querencia por lo radical, por las versiones radicales, supremacistas y beligerantes del islam practicadas por los que gobiernan de Sudán e Irán, por Hamás, Hizbolá y al-Qaeda.

Bueno, en realidad ella tampoco dijo esto último. Pero tengamos fe en que sepa que eso es así. 

©2009 Scripps Howard News Service
©2009 Traducido por Miryam Lindberg

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