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Cristina Losada

A de atentado

Retirar a la ETA de esa lista, cuando en febrero se amenazaba a tres medios en el País Vasco, ¿es el granito de arena que aporta al proceso de beatificación de la banda?

Habrá que esperar a que algún diputado de la oposición, o algún periodista, que sigan intelectual y moralmente vivos, se lo pregunten a Zapatero. Vamos a ver, señor presidente, cómo se llama lo que ha ocurrido en Barañáin, lo que ha pasado en Guecho, y lo que acaba de suceder en el garaje de un inmueble, donde el coche de Gotzone Mora aparecía embadurnado de aceite corrosivo. Por no contar las cartas de extorsión, las amenazas verbales, las pintadas, y cuantas otras coacciones se ejercen a diario contra esa parte de la población vasca que todavía se niega a plegarse a los designios de la banda terrorista. Sí, todavía, que no todos son Zabaletas, Patxis, Rojos, Eguigurenes y Pastores. Pastorcillos que se esfuerzan por conducir ahora al rebaño a los predios del desistimiento. Unos pastos en los que Ibarreche y su recua les llevan la delantera. Y en los que, algún día, los lobos se jalarán a esas ovejas. Está en su naturaleza.

"Con las palabras, los seres humanos construimos significados y moldeamos la realidad", decía un ZP en pose sesuda en El País. ¿Importan o no importan las palabras? No, cuando se trata de enmascarar el desguace de la soberanía nacional. Sí, cuando hay que vender como gran avance que se denomine matrimonio a la unión homosexual. Y otra vez no, delante de la violencia generada por la ETA, desde que Zapatero decidió que aquí paz, y a ver si gano yo las elecciones, y al cuerno con las víctimas, la justicia y la libertad. Mejor dicho, no es que las palabras no importen: no hay palabras. No las hay de condena, las únicas admisibles. Las que pronuncian son de justificación.

La nota de la agencia Efe sobre el ataque al coche de Gotzone Mora hablaba de "los hechos". No los calificaba de atentado. Ya bastante hacía con informar de unos "hechos", que para el gobierno son "no hechos". Ni una condena, ni una llamada. La nota dejaba caer que la concejala había decidido "darse de baja de su filiación al PSOE". Claro, si se larga del partido, ¿por qué han de molestarse en llamarla? El "no hecho" ha afectado a una "no persona". O a una "no buena persona". Eran las dos categorías que manejaban los comunistas para hacer desaparecer fragmentos de la realidad. Pero el hecho es que Gotzone no anunció tal cosa, sino que no volvería a presentarse en las listas del PSE. Y el hecho es que Gotzone ha sufrido un atentado.

Miren, el error de mi querida amiga, aparte del esencial, que es no ceder ante el terror y tener el coraje de seguir viviendo en el País Vasco, el error, digo, es no ser periodista. Porque de serlo, podría estar tranquila. Como han dicho portavoces anónimos de Reporteros sin Fronteras en España, la "organización separatista armada", o por si no lo entienden, la banda terrorista ETA, no es responsable de ninguna violación de la libertad de prensa desde octubre de 2004. Y como deben de tener indicios de que no habrá más ataques e intimidaciones a la prensa, la han sacado de su "lista de predadores". Qué alivio sentiría Gotzone, caso de ser periodista, al saber que está "en el punto de mira" de la ETA, ¡pero sólo eso! Y qué gran solaz al enterarse de que RSF se mantendrá vigilante por si aprietan el gatillo.

El mismo que sentimos al comprobar que RSF no incluye ni un apunte sobre el CAC, al que había denunciado por cláusulas que "podrían ser particularmente peligrosas para la libertad de prensa, e incluso liberticidas". Denuncia que provocó la dimisión de la presidenta de la sección española, indignada por que un representante de RSF apoyara en Bruselas las firmas en defensa de la COPE. ¿A qué sirve RSF? ¿A la libertad de expresión o a las simpatías políticas de ciertos miembros? Retirar a la ETA de esa lista, cuando en febrero se amenazaba a tres medios en el País Vasco, ¿es el granito de arena que aporta al proceso de beatificación de la banda?

No vamos a suponerles ignorancia a los Reporteros. Pero si la tienen, que la reparen. ETA no ha desaparecido, como dice el cura-trampa. Las coacciones a la prensa tampoco. Ni los atentados. A ver si consigue articularlo también Zapatero: A de atentado, T de terrorismo, E de España, N de Navarra, T de terrorismo...

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