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Cristina Losada

La asignatura y la malfollá

O sea, que para desplegar el mimo y el cariño que el PSC espera de la prensa, a esa periodista le hace falta un buen macho, amén de un cursillo y un mapa. ¿Habrá iniciado Aído los protocolos? Igual da.

Tenía una la columna y va doña Bibiana y se la chafa. Fiel al motto de su Gobierno –"nunca digas hoy lo que decías ayer"– la titular de Igualdad ha negado que vaya a impartirse en nuestras universidades una asignatura de "feminismo". Lástima. Ya nos regodeábamos con la estampa de unos futuros ingenieros de Telecomunicaciones estrujándose las meninges para comprender los textos de las doctoras en la materia. Para unos cerebros entrenados en las ciencias, sería un vía crucis afrontar la vulgata marxista y la retórica posmoderna aplicadas al eterno contencioso de los sexos. No menciono a los de letras, pues padecen, desde tan larga data, las imposturas intelectuales progresistas, que han hecho callo. 

Aído, sin embargo, retrocede y así la única vía que tendrán los universitarios para familiarizarse con "la aportación de las mujeres en la historia del conocimiento" será a través de películas como Ágora. Un procedimiento, cabe reseñar, muy acorde con la filosofía de su presidente, quien confesó a su biógrafo y escritor de cabecera (raro, no siendo de su comunidad autónoma) su pleno acuerdo con el aforismo que le transmitió un pastor: "Las cosas que se aprenden sin estudiar, no se olvidan". Aunque por qué una sola asignatura cuando las puedes tener todas, imprimiéndoles la "perspectiva de género". A fin de cuentas, lo que tomábamos por cultura y ciencia sólo son maquinaciones de hombres blancos muertos. Además, hay que colocar a las miembras.

Y aún se pregunta la gente para qué sirve el Ministerio de Igualdad. La respuesta está en la telebasura y en el PSC, no necesariamente sinónimos. Uno de sus concejales, indignado por la entrevista que la directora de TV3 le practicó a Montilla, ha escrito "en caliente" que "está mal follada". De lo contrario, no podía ser "tan mala persona, tan tendenciosa, tan faltona, tan cínica y tan despectiva hacia su presidente". O sea, que para desplegar el mimo y el cariño que el PSC espera de la prensa, a esa periodista le hace falta un buen macho, amén de un cursillo y un mapa. ¿Habrá iniciado Aído los protocolos? Igual da. Escandaloso es el mensaje implícito. Que el poder no admita de la prensa otra conducta que la del lamebotas.   

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