El Barça es insaciable. Encara los partidos de una manera brutal, sin contemplaciones con el contrario. Al contrario que el Madrid, que regaló una hora de juego y cayó en Pamplona dando un finiquito inesperado a la Liga. O esto cambia mucho o ya hay campeón. El sábado, el Hércules le aguantó el tipo al cuadro de Guardiola 44 minutos, los que tardó el Barça en anotar el 0-1. Porque cuando los culés se adelantan en el marcador, el mundo se acaba para el rival.
No valió de nada que en la primera parte el planteamiento del Hércules fuera uno de los mejores que le han hecho a los culés. Aguantar y contragolpear. Casi le sale bien porque si al descanso los alicantinos hubieran aguantado el 0-0 podría hablarse de otro partido. Pero no contaban, o sí, con una genialidad de Pedro para convertir en golazo un tiro complicado pegado al palo de Calatayud. Justo con la bocina del intermedio.
Y siguió el Hércules siendo el mismo en la segunda parte, pero también el Barça. Pensó el grupo de Esteban que seguir aguantando, aunque perdieran, era mejor que buscar desesperadamente el empate. No era mala idea porque en fútbol nunca se sabe y un balón parado o un fallo azulgrana podía darle el empate al cuadro de Esteban. Pero las sensaciones eran distintas. El Barça atacaba y atacaba, encerraba a su rival porque nunca se conforman con el resultado que tienen. Siempre quieren más.
Pudieron llegar tres o cuatro goles pero lo cierto es que en el 80 el partido estaba 0-1. Ayudó Farinós, que aguantó quince minutos en el campo ya que vio dos amarillas. Ahí se desmoronó el buen equipo local y encajó dos más. El resultado era de 0-3 pero, de nuevo y con el Barça en juego, pudo ser mayor.
Ya está el grupo de Guardiola con quince victorias seguidas en Liga y habiendo ganado todos sus desplazamientos. No tiene techo. El Madrid, sin embargo, dio un frenazo en Pamplona de los que no se esperaban. Regaló terreno, regaló calidad y Mourinho se equivocó. Resultado, el Madrid está, ahora mismo, fuera de la Liga.
PD. Quería hablar del Villarreal, que juega maravillosamente al futbol y ganó en Cornellá al Espanyol. Lleva 45 puntos y se han puesto en juego 63. Una barbaridad para un equipo a años luz en presupuesto de los dos grandes.
PD. Me explayaré en próximas columnas sobre el Atlético de Madrid, pero descarten al conjunto madrileño para grandes cosas. El ambiente es un polvorín y no ayudan nada ni las palabras de los jugadores sobre posibles traspasos ni el rumor que coloca a Quique fuera en junio. Un desastre