El Barça ganó al Athletic de Bilbao en el Camp Nou (2-1). Dio mejores sensaciones en la segunda parte que en la primera pero una cosa quedó clara. Físicamente no es el Barça de hace un mes.
Siempre febrero es complicado para el grupo blaugrana. El empate en Gijón y la derrota europea en Londres han encendido las alarmas. Ayer en el minuto 60 esas alarmas volvieron a aparecer. El Athletic empataba el gol de Villa con un penalti transformado por Iraola, pero en la primera parte los bilbaínos habían lanzado a puerta las mismas veces que los locales.
Fue en esa media hora final cuando el Barça comprendió que lo que había en juego podía ser media Liga. Y lo hizo muy bien, echándose hacia delante -la única manera en la que el Barça entiende el fútbol- y sometió a un asedio total al Athletic. Resultado, 2-1 de Messi y victoria pero, ojo. Ya están pesándole algo las piernas a este equipo.
Será una lucha titánica y las catorce jornadas que quedan dictarán sentencia. Ahora mismo se ve a los dos equipos punteros (Madrid y Barça) fisicamente algo débiles, pero el Madrid viene desde detrás. Está a cinco puntos pero las sensaciones son mejores estos dos últimos partidos. El equipo de Mourinho ganó con una suficiencia pasmosa el partido ante el Levante y tiene el martes una prueba de fuego en Lyon, en la auténtica obsesión en la que se ha convertido la Champions para los madridistas (seis años sin pasar de octavos).
Y estamos ante esa Liga que parecía acabada pero que ayer estuvo a punto de estar más viva que nunca. Está aún viva, pero igual que el domingo pasado. Ahora los dos equipos salen fuera la jornada que viene (el Madrid a Riazor, el Barça a Mallorca sin Alves y sin Valdés) y luego, entre semana el 2 y el 3 de marzo los catalanes van a Mestalla y el Madrid recibe al colista en el Bernabeu (ojo a esa jornada, marcada en rojo por Mourinho). En fin, qué voy a decir, una Liga que está apasionante. No se la pierdan