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Daniel Blanco

Un debate típico y tradicional

En el Madrid que valga uno quiere decir que el otro no. Tampoco debería ser así, pero para esto también el club tiene extremos. O frío o calor.

Van pasando las jornadas y resulta que Gonzalo Higuaín ha pasado de ser suplente y discutido a titular e indiscutible. Karim Benzema ha pasado de imprescindible a prescindible. Es un debate que, según José Mourinho, ha empezado la prensa. Y tiene razón el portugués porque este debate no se produce nunca en el seno de un vestuario. No hace falta. Manda el entrenador y punto.

Pero es jugoso debatir tantas veces sobre una posición en el Madrid, habitualmente discutida. El de delantero centro es un puesto de alto nivel en la casa blanca y que requiere un punto de sincronización y exquisitez a la vez. Hay que estar listo para la oportunidad, hay que acudir a la cita con el gol más o menos habitualmente porque, en el club blanco, cuando dejas de marcar o cuando hay partidos seguidos sin casi aparecer, el debate está servido.

Está prohibido en el Real Madrid pasar desapercibido en todas las posiciones, pero en la de delantero centro más aún. No vale marcar en cuatro jornadas seguidas si en la quinta, sexta o séptima estás apático. No vale de nada lo que has hecho antes si no lo refuerzas continuamente. Es lo que tiene jugar de nueve en el club más laureado de la historia. O estás o no estás. Y si no estás más vale que te pillen prevenido porque el golpe puede ser brutal.

Ahora parece que Gonzalo, el Pipita, sí está. Y está porque ha anotado nueve goles en una semana y media. Seis con el Madrid y tres con Argentina. Y lo ha hecho en tres bloques de tres goles, en tres hat-tricks. O sea, un escándalo. Ahora parece que sí vale. En el Madrid que valga uno quiere decir que el otro no. Tampoco debería ser así, pero para esto también el club tiene extremos. O frío o calor.

Contra el Lyon, en la Champions, parece que le tocará jugar al argentino en lugar de al francés. Si sigue la racha seguirá Mourinho confiando en el ex de River. Esto es así. Para lo bueno y para lo malo, porque a Benzema no se le ha olvidado jugar. Ahora es el gato del técnico portugués que debe esperar a que el perro gripe o tenga un bajón. Ha de maullar para desbancar a su colega, que es rival y amigo a la vez.

Así pasó el Madrid una jornada más de Liga que le mantiene a un punto del eterno rival. Ganaron los dos pero el equipo blanco sufrió más, si sufrir es ganar por 4-1 en la segunda parte. El Barça reventó pronto el partido, por lo que la conclusión sigue siendo la misma que la semana anterior. Como espectador me gusta más ver un partido del Madrid que del Barça. Es así. En los partidos de los de Mourinho hay emoción, intensidad habitualmente por los dos equipos, pero en los del Barça últimamente no hay nada. Sólo un equipo. Está bien y resulta vistoso, pero también tiende a hacerse monótono.

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