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Daniel Blanco

Un gran Madrid, casi infalible

Es un equipo campeón que lo tiene todo este año para revertir la situación.

Está convencido Mourinho de que este es el camino correcto. El Madrid lleva ocho victorias consecutivas en Liga desde que empató en Santander, el pasado 21 de septiembre. Ha conformado, a partir de ese momento, el portugués un equipo muy serio. Es complicado de ganar, últimamente, hasta de sacarle puntos. Es un equipo campeón que lo tiene todo este año para revertir la situación. Ya lo explicamos en una columna, aquí, hace dos semanas. Este año el primer clásico es en el Bernabeu. Y eso cuenta.
   
En Valencia este fin de semana el Madrid tuvo dos caras pero las dos valen para ganar. La de la primera parte es la de un equipo infalible, imposible de asaltar. La de la segunda es un equipo hecho a base de sufrimiento, como el de Anoeta, pero jugando mejor. Es un equipo que te mata, que sufre pero ni lo siente. Que te mina poco a poco. Marca y aunque le marquen sabe administrar la ventaja.
   
Enfrente tiene el Madrid a un Barcelona que en casa es mejor que fuera y que en Getafe el domingo puede salir a seis puntos de los blancos. Antes se juega el derbi y el favoritismo blanco este año supera con creces, y ya es decir, el de otros años. Los de Guardiola pueden salir al Alfonso Pérez con la presión máxima. En esa situación no está acostumbrado a jugar últimamente el equipo de Guardiola, en estos tres años, casi siempre líder de la Liga.
   
Hemos hablado del Atlético y me gustaría dar una pincelada. Ganó al Levante pero no alejó los fantasmas que, sobre todo en la zona de atrás, puede tener de cara a un derbi que, digan lo que digan, está desigualado. Vendrán los puristas a decirme que todo puede pasar en un partido pero desigualado está un partido que enfrenta a dos equipo a los que les separan quince puntos en la tabla, que uno está tremendo y que otro duda domingo sí domingo también.

Desigualado por definición es un partido que enfrenta a dos equipos que en los últimos doce años se han visto casi treinta veces y sólo ha habido veintitantas victorias blancas y unos empates. No ha habido sabor rojiblanco. Dicho esto, se vieron cosas buenas del Atlético en el Calderón ante la revelación de la Liga que sigue siéndolo a pesar de todo.
   
Me gustaría terminar alabando el juego espléndido del Athletic de Bielsa, que le va cogiendo el tranquillo a este equipo y que si hubiera sacado tres, cuatro puntos en aquellas primeras jornadas en las que sólo sumó uno de los doce primeros, estaria en Liga de Campeones. Es una Liga loca. Todo, menos el título, va a estar barato este año.

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