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Daniel Rodríguez Herrera

'Alfon': el montaje policial contra la clase obrera

La defensa que hace de este criminal retrata a la izquierda siniestra.

La defensa que hace de este criminal retrata a la izquierda siniestra.
EFE

Nos dicen y nos repiten que Podemos es un partido socialdemócrata y que somos fachas por no creerlo. Debe de ser que la realidad es fascista. Porque tanto desde el propio partido de Pablo Iglesias como desde la agrupación Ahora Madrid que encabeza Manuela Carmena se ha dado apoyo oficial a Alfonso Fernández Ortega, más conocido como Alfon, cuya condena por tenencia de explosivos fue ratificada por el Tribunal Supremo hace ahora dos meses. Y es que todo el mundo sabe que apoyar a señores que van por calle con una bomba en un día de huelga general es lo más propio de los socialdemócratas y no, como parece, de los fascistas antifascistas de toda la vida.

La excusa con la que estos partidos, así como IU, Amaiur, ERC y BNG y algunos de los habituales intelectuales sin cerebro de la progresía madrileña, intentan argumentar su defensa de este criminal es que no hay pruebas de la culpabilidad de Alfon. A primera vista, resulta chocante. A este señor –por decir algo– lo detuvieron tres policías con una mochila que tenía una bomba. Es decir, le pillaron cometiendo el delito. Pero para la extrema izquierda en realidad todo es un montaje contra la clase obrera que buscaba criminalizar el derecho de huelga, porque no había huellas en la mochila y por lo tanto no hay pruebas reales de que el tal Alfon llevara realmente la bomba en cuestión. "Es un cabeza de turco", asegura la flor y nata de quienes llaman socialdemócrata a Lenin.

Las alegaciones son, claro está, ridículas. La sentencia deja claro que no se rompió la cadena de custodia de la bomba, que las declaraciones de los policías son consistentes y convincentes y que, encima, hay indicios que corroboran la versión de éstos, como que en un local de los Bucaneros, los ultras de extrema izquierda del Rayo Vallecano, a los que pertenece Alfon, había materiales idénticos a los empleados para fabricar ese artefacto. Generalmente, cuando unos policías te pillan in fraganti cometiendo un delito te condenan basándose, principalmente, en su testimonio. No es una conspiración que busca criminalizar a nadie, es simplemente la manera en que funciona la justicia. Si las tres personas que han testificado contra Alfon no fueran policías, ¿también se trataría de una conspiración contra la clase obrera o la extrema izquierda admitiría que estamos ante un criminal que debe estar entre rejas?

Ninguna de las respuestas a esta pregunta lleva a ninguna parte. Si no valieran tampoco las declaraciones de ciudadanos sin uniforme significaría que, para condenar a uno de los suyos, la extrema izquierda exige unas pruebas que no exige cuando el acusado no es de los suyos. Si valen, entonces los policías son ciudadanos de segunda cuya palabra no vale nada frente a la de uno de los suyos. Porque en definitiva todo se reduce a eso, a ser de los suyos. En inmortales palabras de Alberto Garzón, si eres de izquierdas no puedes ser un delincuente. Y como Alfon es indudablemente de extrema izquierda, no es un delincuente, y por tanto ha de ser necesariamente inocente del delito que se le acusa. O de otros delitos de su lustroso currículum, como el muy feminista "robo con violencia, agresión sexual, y falta de lesiones" que cometió siendo menor.

No existen pruebas ni razones para pensar que los tres policías se pusieron de acuerdo para mentir y organizar un montaje con el único objeto de castigar a un delincuente al que no conocían. La única razón para defender la inocencia de Alfon es que ideológicamente estás dispuesto a creer en su testimonio frente al de otras tres personas. Pero quienes profesan esa ideología no son precisamente socialdemócratas. Aunque sea de fachas señarlarlo.

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