Cabría pensar que después de la metedura de pata de Google con Street View, cuyos coches captaban datos sensibles como contraseñas y fragmentos de correos de las conexiones wifi de las calles por las que circulaban, las empresas tendrían algo más de cuidado con estos temas. Pero parece que no han escarmentado ni en cabeza ajena ni en la propia. La semana pasada salía a la luz que nuestros móviles de última generación, sean de Apple o de Google, guardan un dato tan sensible como es nuestra posición.
Es cierto que hay diferencias entre uno y otro. Android sólo guarda en el móvil un número reducido de posiciones mientras que el Iphone almacena muchas más y sin cifrar. Si hacemos una copia de seguridad del teléfono también las copiaremos al ordenador. Aunque lo más grave es que Apple seguía recopilando datos aunque hubiéramos desactivado los servicios de localización.
En teoría, el objetivo de ambas compañías es el mismo: si sabemos las coordenadas GPS de una red wifi determinada, cuando un usuario esté cerca de esa misma red sabremos más o menos donde está. El proceso de localización por medio de satélite es preciso pero tiene un arranque lento, y así la cosa se acelera. De hecho, ninguna de las dos conserva datos del usuario del que ha recolectado cada red.
Quizá sea algo ingenuo, pero al igual que sucedió en su día con Street View no creo que ninguna de las dos empresas tengan malévolos planes para conquistar el mundo con esos datos. Pero dado que a muchos de sus clientes nos pone los pelos como escarpias eso de que sepan por dónde hemos andado, la transparencia no sólo no está de más, sino que es obligada. Google en eso le llevaba la delantera, más que nada como consecuencia de su debacle anterior.
Lo que temo es que debido a las noticias de la semana pasada los gobiernos entren en juego y prohíban recopilar este tipo de datos. Por ahora sólo han pedido explicaciones, y esperamos que la cosa quede ahí. Pero la tendencia de los políticos a arruinar todo tipo de productos y servicios por nuestro bien, aunque nadie nos pregunte nuestra opinión, está muy arraigada como para confiarse. ¿Se contendrán los metomentodo?