Menú
Daniel Rodríguez Herrera

Homenaje a Steve Jobs

Aseguran que Steve Jobs es un poco tiranuelo y malhumorado. También es un genio. La ventaja del mercado libre es que tanto usted como yo podemos disfrutar de la segunda parte de su personalidad sin tener que aguantar la primera.

Fundó Apple junto a Steve Wozniak en 1976, a los 21 años; una empresa que lo convirtió en multimillonario. Por increíble que parezca, le despidieron de ella en 1985. En lugar de hundirse, o retirarse a vivir de las rentas, vendió todas sus acciones (menos una) y con el dinero fundó otra empresa del ramo, NeXT, y compró a George Lucas un pequeño grupo de animación por ordenador, The Graphics Group, al que después llamaría Pixar. En 1996, Apple compró NeXT y Jobs volvió a dirigir la compañía un año después. Los Mac estaban entonces en franca decadencia, pero el sistema operativo creado en NeXT sirvió de base para Mac OS X, lo que permitió que, tecnológicamente, Apple volviera a estar en la vanguardia.

The Economist asegura que la década que estuvo fuera de su compañía sirvió para que Jobs, aunque mantuviera las ganas de crear cosas nuevas e innovadoras, se convirtiera en un realista en términos de estrategia empresarial. Algo desde luego ha cambiado. Las noticias  y columnas sobre Apple son, junto con las de Google y las de la SGAE, lo que más se lee de la sección de Internet de Libertad Digital. La gente espera con ansia sus productos. Y encima, pese a que en muchos casos son más caros que los de la competencia, los compran, los malditos. Apple está creciendo a marchas forzadas y recuperándole terreno incluso al omnipresente Windows. Incluso un servidor de ustedes se ha comprado un Mac Mini.

Jobs revolucionó la compañía dos veces. La primera, allá por 1984, con la creación del Macintosh, tras el fracaso que supuso el Apple Lisa. La segunda, en 2001, con el iPod y la tienda online iTunes. Y puede que el iPhone se convierta en la tercera, tras el error del móvil creado con Motorola. La compañía ha dejado de centrarse exclusivamente en ordenadores y ha perdido la palabra Computer de su nombre (Apple Computer Inc.). Y pese a ello, ha conseguido resucitar su aletargada línea de ordenadores con el paso a Intel, que le ha permitido sacar máquinas muy competitivas, especialmente los portátiles, y sin arriesgarse a que su fabuloso sistema operativo sea instalado en máquinas que no sean las de dos o tres frikis, porque aunque funcione sobre plataforma PC, lo que no hay son controladores de dispositivo para casi nada que no sea hardware de Apple.

El propio Steve Jobs explicó muy bien qué significaba eso de ser un visionario en el discurso que dio en la ceremonia de graduación de Stanford en verano de 2005. Explica cómo puede recuperarse alguien a quien ha despedido de la empresa que fundó una persona a la que él mismo contrató para ayudarle. Habla del amor a lo que se hace, y de que nunca debemos pensar que tenemos nada que perder. Y que siempre debemos tener aspiraciones, objetivos, sueños para seguir viviendo. Puede parecer una mala copia de un libro de autoayuda, pero lo cierto es que quien lo explica es alguien que realmente ha tenido éxito viviendo de esa manera.

Aseguran que Steve Jobs es un poco tiranuelo y malhumorado. También es un genio. La ventaja del mercado libre es que tanto usted como yo podemos disfrutar de la segunda parte de su personalidad sin tener que aguantar la primera.

¿Mi Mac Mini? Estupendo, se lo aseguro.

En Tecnociencia

    0
    comentarios