Costa va camino de hace buena a la sección tecno-catalana del gobierno de Aznar. Asegura que quiere ver cómo van las nuevas tarifas de los dominios .es para decidir si necesitan ser cambiadas. Suena muy razonable. Pero dado que ya se registraban pocos y encima han subido los precios, no creo que haga falta tener los estudios del señor ministro para predecir como se va a comportar la curva de oferta y demanda.
Por otro lado, el ministro afirma que no quiere "que los dominios de primera acaben siendo de quinta" . Como es evidente que no se refiere a la cantidad, cabe suponer que pretende decir que lo bueno de los dominios españoles es que están protegidos y no los puede conseguir nadie sin tener empresa o marca que lo justifique. Lamento decepcionarle, señor ministro. Hace falta cierta habilidad en las peticiones, pero sé de algunos dominios recientemente contratados que incumplen la legislación vigente, como inicio.es o nuestro programacion.es, cuyos nombres son, evidentemente, genéricos, algo expresamente prohibido en la regulación vigente. De modo que caros, pocos e inseguros, señor ministro.
Otra posibilidad es que no quiera que se registren demasiados para que la muy eficaz entidad empresarial Red.es no se vea sobrepasada por las peticiones. Pero para eso lo más sencillo sería cambiar la ley, de modo que nos dejara el señor ministro registrar lo que quisiéramos y la administración sólo mediara en casos de conflicto. Como se hace con los dominios más vendidos de la Red.
Claro que quizá el señor ministro está tan seguro del fracaso que se pone la venda antes de la herida. De modo que a principios de año, tras las elecciones catalanas, pueda corregir a su predecesor sin dejarlo demasiado mal. Lo sé; soy demasiado bueno, debería hacérmelo mirar.
Daniel Rodríguez Herrera es editor de Programación en castellano.
En Tecnociencia
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro