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Daniel Sirera

Más socialismo, menos castellano

El portavoz de ERC en el Parlament, Joan Ridao, ha asegurado que el decreto de la Generalidad sobre primaria no permite a los centros educativos introducir la tercera hora del castellano porque ésta desaparece. Con un par.

El Gobierno tripartito ha decidido finalmente que la tercera hora de castellano en las escuelas públicas catalanas no será obligatoria y cada centro escolar podrá decidir si la aplica o no. Así, la parte socialista del tripartito trata de salvar la cara diciendo que cada centro podrá aplicar su propio proyecto lingüístico teniendo en cuenta su entorno sociolingüístico. Y lo dice mientras los directores de los centros educativos reciben circulares del Departamento de Educación para que los niños hablen en catalán incluso en la hora del patio.

El portavoz de ERC en el Parlament, Joan Ridao, ha asegurado que el decreto de la Generalidad sobre primaria no permite a los centros educativos introducir la tercera hora del castellano porque ésta desaparece. Con un par. Pero hay que reconocer que quién ha sido más claro en todo este esperpéntico episodio ha sido el consejero de la Vicepresidencia, Carod Rovira, que no ha tenido ningún tipo de complejo en señalar que "no se precisa más castellano en la escuela, sino más atención al catalán".

Hace unos meses se desató una gran polémica en Cataluña porqué Mariano Rajoy dijo que en Cataluña se estaba produciendo una situación de persecución del castellano similar a que sufrió el catalán durante la dictadura. Los partidos políticos catalanes y buena parte de los medios de comunicación aprovecharon la ocasión para cargar contra Rajoy por equiparar un Gobierno legítimo y democrático como el de Cataluña con una dictadura como la de Franco. Pero nadie quiso valorar el fondo de la denuncia del líder del Partido Popular.

Carod Rovira, Artur Mas y el propio Montilla justifican la política lingüística de la Generalidad con sus multas, sus sanciones y sus cuotas, en el hecho que el catalán es una lengua que se encuentra, dicen, en inferioridad de condiciones. Es la lengua oprimida frente a la lengua opresora. Justifican sus acciones diciendo que el castellano se habla con normalidad en la calle; con eso ya vale. Y mientras, no existe un solo colegio público en Cataluña en el que se pueda escolarizar a un niño en castellano. ¿De verdad alguien cree que con dos horas de clase en castellano a la semana –si es que de verdad son dos– nuestros hijos dominarán la lengua castellana? Son muchos los catalanes que hoy tienen 50 ó 60 años y que hablan catalán pero no saben leerlo ni escribirlo. En cambio, lo hablaban con normalidad en la calle durante el franquismo. ¿De verdad es eso lo que queremos para nuestros hijos?

Hay quién dice que el PSC ha claudicado a las presiones de ERC. No comparto este diagnostico. El PSOE ha dejado de existir en Cataluña y el PSC se ha convertido en la principal fuerza nacionalista del tripartito.

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