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Irse

Irse es resignarse a querer ese país que se va borrando al otro lado de la ventana del avión. Es amar ese país difícil y frustrante y plagado de incertidumbres en el que, sin embargo, seguimos creyendo.

pablocj dijo el día 17 de Abril de 2010 a las 10:57:

juanvic , pues tu aportación, no se queda corta. Yo también he vivido fuera, y cierto es, que se echan de menos ciertas cosas, pero al volver aquí, al pasar unos meses, se vuelve a sentir la necesidad de salir de nuevo. Sinceramente, las preocupaciones que aquí nos atormentan, no nos molestan en el extranjero, aunque ocurran también en nuestro destino, puesto que no es nuestra patria y nos duele menos. Lo que nos ocurre aquí, es que nos sentimos constantemente traicionados por nuestro país, eso es difícil que te ocurra en un país extranjero, puesto que es poco probable que se sienta el mismo vínculo que con el propio.
También busco salir.

juanvic dijo el día 17 de Abril de 2010 a las 00:21:

Comparto cada palabra, cada coma, cada pausa de tu artículo. Lo he sentido cuando he estado en el extranjero temporadas. Lo siento cada vez que pienso en cómo será mi futuro.
Yo soy uno de los que, cuando cierre aquí las puertas y los grifos que tengo que dejar cerrados dentro de poco, cuando pueda estar seguro de haber apagado correctamente las luces que no puedo dejar encendidas, estoy decidido a partir.
Cuando lo comento con amigos, familiares o personas en las que confío por sus consejos, todos me dicen que no voy a encontrar más que más de lo mismo, que fuera no tendré tan fácil como aquí encontrar trabajo, que será mucho más duro y que puede que tenga que volver con el rabo entre las piernas. Pero a veces hay que irse porque sabes que en el que estás no es tu lugar. Quizás ningún lugar sea el tuyo nunca. Quizás no sepa todavía lo difícil que es ser nómada.
Pero cuando has vivido fuera, cuando has conocido no sólo lo bueno, sino también lo malo, cuando has pisado un parque verde y limpio y al instante siguiente has pisado una mierda, cuando has vivido la aceptación y el rechazo, ya siempre te falta algo.

Hay almas que sienten, estén donde estén, un descontento vital, un desconcierto de no acabar de ser, no acabar de estar. Pero esas almas lo sienten dentro y fuera. Porque son almas que alcanzan a ver la belleza y la podredumbre, allá donde vayan.

Hoy día algunos no podemos más con esta podredumbre y sabemos que el paraíso no está al otro lado de ese vuelo de cientos de kilómetros... Pero este pueblo que es a veces la ciudad de provincias donde conseguir un trabajo es a veces estar pagando un favor durante 30 años, cuando uno sabe que podría desarrollar mucho más sus capacidades en cualquier otro rincón mejor avenido fuera de este país, este pueblo que es una ciudad de provincias mata los sueños, asesina las ilusiones y desmonta nuestros cimientos.

Gracias por este artículo; aunque no lo creas, muchos que lo lean sentirán evocados sus sueños y sus miedos.

opera dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 23:04:

Me gustan mucho sus articulos, el de hoy me ha conmovido.

vikinga dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 22:39:

Me ha encantado, casi lloro...ojalá no tenga que irme nunca a ningún sitio.

Vicki dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 22:18:

Oye ,qué bien escribes