Terminó la era Pérez en Los Vengadores. El veterano dibujante, que durante tres años ha ilustrado las andanzas del grupo y deleitado a todos los aficionados con su estilo clásico a la par que moderno, ha decidido abandonar la colección en busca de empeños más adecuados a su precaria salud.
Su sustituto: el maravilloso Alan Davis, que llegaba de escribir los guiones y dibujar una de las mejores etapas de X-Men de los últimos años. Si bien parecía más un reemplazo temporal que otra cosa, la verdad es que la entrada del artista en las páginas de Los Vengadores auguraba un gran futuro para una de las colecciones más emblemáticas de la Marvel post-Heroes Return.
Y la nueva etapa comienza realmente bien: por fin los Héroes Más Poderosos de la Tierra se han convertido en una impresionante fuerza defensiva, un verdadero ejército de "superseres" dedicado a la eliminación de cualquier amenaza, exterior o interior, del planeta. Como bien razona el Capitán América, hay mil peligros potenciales desperdigados por el mundo. Y es deber de los Vengadores neutralizarlos todos.
El primer enemigo del nuevo grupo es Diablo, ese inmortal alquimista español que tantos quebraderos de cabeza les ha dado a los Cuatro Fantásticos, y al que, para encontrar cierto artefacto místico, no se le ocurre otra cosa que crear un ejército de Hulks. Aunque es una saga corta, apunta a la dirección por la que se moverá el nuevo grupo: enemigos poderosísimos y subtramas basadas en personajes "conflictivos", como Hank Pym y la Visión.
El dibujo de Davis es tan bueno como cabría esperar del autor: figuras estilizadas, mujeres bellísimas, impecable narración... todo lo que nos ha dado este gran artista y más. Los componentes del grupo lucen un aspecto soberbio, con unos estupendos Mercurio, Wonder Man, Bruja Escarlata y Triatlón en cabeza. El toque clásico que aportaba Pérez a la serie se repite con el inglés, hasta el punto de que a cualquier aficionado le atraerá el estilo artístico de la nueva etapa.
El guión del enciclopédico Kurt Busiek se mantiene tan interesante como antes: la saga de los Hulks cumple todas las expectativas, y a nadie le habrá dejado indiferente la historia que viene ahora, con el temible Kang como villano. Busiek sigue con diálogos eficaces, intensiva caracterización y abundantes subtramas que alarga lo suficiente como para mantener el interés del lector. La más importante es la aparición de un Chaqueta Amarilla salido de la nada, que suplanta a Hank Pym y se dedica a pifiarla a lo grande en la primera misión del grupo. La principal duda que corroía a los aficionados, que era si el guionista podría seguir creando historias interesantes, parece haber sido resuelta.
En definitiva, la nueva etapa no podría comenzar mejor, con un equipo artístico rindiendo al máximo de sus capacidades y ofreciendo una calidad a la altura de lo que se espera de los Héroes Más Poderosos de la Tierra.
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