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David Vinuesa

El problema del Atlético de Simeone es táctico, no del famoso "canguelo"

El Atlético perdió ante el Sevilla y se queda sin margen de error.

El Atlético perdió ante el Sevilla y se queda sin margen de error.
Simeone junto a Jesús Navas. | Cordon Press

El Atlético de Madrid está en pleno proceso de descomposición y como es lógico sus rivales están sobrevolando al club rojiblanco porque ven que tiene la cantimplora vacía en plena travesía por el desierto. Los rojiblancos llevan meses encontrando pequeños charcos de agua para sobrevivir en el liderato, el último ante el Alavés, pero jamás tienen una semana tranquila con un oasis en forma de partido plácido y contundente. De hecho, si no es por Luis Suárez y Oblak, la deshidratación rojiblanca sería ya casi mortal. 

¿Qué le pasa al Atlético de Madrid? El cuento del “canguelo" siempre me ha parecido una excusa barata para hablar de fútbol sin tener mucha idea de él, sinceramente. Por supuesto que la presión hace que cualquier equipo tenga vértigos en algún momento, pero me consta que la plantilla rojiblanca tiende a obviar circos y espectáculos para intentar buscar soluciones sobre el terreno de juego. El problema es que ni la plantilla ni Simeone están encontrando esa solución táctica. ¿El Atlético cae porque cuatro o cinco monten un show en televisión y redes? Hombre, creo que sería darle demasiada importancia a gente que no la tiene. Por eso veo mejor hacer un análisis táctico que hacer una ‘hoguera de confrontación’.

Este Atlético de Madrid tiene un problema muy serio en el centro del campo. En la portería, Oblak salva los muebles parando penaltis a diestro y siniestro. En ataque, ya sea en buenos o malos momentos, Luis Suárez acaba marcando goles casi sin querer. Por lo tanto ahí, en el alfa y en el omega del equipo, no hay problemas. Pero sí hay un roto descomunal en el espacio que hay entre ambas. Y ahí hay que pedirle explicaciones a Simeone aunque ayer no tuviese a jugadores de la importancia de Carrasco o Joao Félix.

El Cholo se ha empeñado en descartar una idea que fue la que le llevó al liderato que ostenta a día de hoy y además jugando muy bien al fútbol. ¿A qué me refiero? A jugar con un pivote que libere al resto del centro del campo como en su día hacía con Herrera antes de los primeros problemas físicos del mexicano. Y no, no vale Saúl. Se ha demostrado que no puede ser él porque aparte de no tener esa función insertada en su ADN, el ‘8’ colchonero está en el peor momento de su carrera. Recuperar a un jugador es ser sincero con él y con su rendimiento, no exponerlo con titularidades que apagan más aún una luz que no me cabe duda de que recuperará. El Cholo debe darse cuenta de esto o acabará perdiendo por el camino al jugador y al equipo.

Simeone tiene que cambiar algo a nivel táctico. No es cuestión de canguelos, es cuestión de fútbol, que es de lo que va esto. Los rojiblancos llevan años necesitando un pivote natural al lado del creador de fútbol, sea Koke en la actualidad u otro futbolista en el pasado. En su día estuvieron Gabi o Mario Suárez barriendo la medular. Tiago también hacía de 5 aunque el luso tenía más mentalidad creativa. Y en los últimos años, el Atlético ha jugado equilibrado con Rodrigo o con Thomas sobre el verde. Siempre hubo alguien que dominaba el centro del campo para una vez controlada esa parcela darle el balón a Koke. Sin esa ancla que ayer sí tuvo el Sevilla con Fernando o tienen Barcelona y Real Madrid con Busquets y Casemiro, el Atlético se parte y acaba con todos los jugadores cansados de tanto correr para nada. Koke suda sangre acumulando kilómetros y kilómetros y cuando tiene el balón suficiente hace el pobre con respirar y pasar al mismo tiempo de lo agotado que está. 

El Cholo ayer volvió a equivocarse en el planteamiento. No lo digo yo. Lo dijo él mismo quitando a Lodi por Correa a la media hora de juego tras ver la paliza táctica que le estaba dando Lopetegui. Si el Sevilla tiene a Fernando para dominar y luego a jugadores como Suso o Jordán para asociarse y llevarse la parcela ancha del campo, tu centro del campo tiene que competir para disputar ese dominio y también tener a futbolistas rápidos de mente y de ejecución. Ayer el Atlético necesitaba, por ejemplo, al Héctor Herrera que a principio de año pivotaba a las mil maravillas liberando a Koke y al resto del juego interior colchonero. Herrera o Kondogbia, me da da igual, pero uno de los dos debe estar para tener presencia, robar, dar el balón a Koke y equilibrar. Para mí ese es el gran problema del Atlético, no el “canguelo". Alguien debe volver a dar un respiro a los Koke, Lemar, Marcos Llorente y compañía. 

Con lo dicho anteriormente, sigo pensando que el Atlético puede parar su descomposición y ganar la Liga, sobre todo porque este tipo de campeonatos tan cambiantes siempre tienen un par de giros de guion extraños en la recámara. Hay un Clásico, la Champions para el Real Madrid, un Barcelona-Atlético... Un tropiezo, una derrota dura o una victoria inesperada pueden cambiar de la noche a la mañana una tendencia ganadora o perdedora. Siempre pongo el mismo ejemplo en el deporte de élite aunque no se parezca al fútbol. ¿Cuántas veces hemos visto perder a un tenista un partido a cinco sets ganando los dos primeros? Bastantes veces. ¿Cuántas veces se han remontado dos sets abajo y luego cuando ya saborean la remontada en el quinto les entra el miedo y el brazo se agarrota? Bastantes veces también. No es lo mismo pelear por la corona con ella que sin ella en la cabeza. 

Queda mucha Liga y esta película tiene un guion que todavía puede deparar muchas emociones fuertes. Las mismas que provocan los árbitros y el VAR en cada jornada. Cierto es que el Atlético pone mucho de su parte para pelear en el barro, pero no es necesario que Gil Manzano les ahogue aún más en el lodo a base de tarjetas extrañas y manos claras no pitadas. Si la Liga tiene emoción que sea por el protagonismo de los jugadores, no por la denominada por Velasco Carballo “mejor generación arbitral" de la historia. Estoy con el jefe del Comité en casi toda su frase. Le añado un detalle. Es la “peor” mejor generación, porque encima de hacerlo mal, zona DOGSO y excusas varias por delante, se hartan de decir que lo hacen de sobresaliente. 

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