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David Vinuesa

La rivalidad Federer-Nadal, libre por suerte del morboso periodismo futbolero

El tenis no es tan bombardeado como el fútbol a nivel sensacionalista y de eso se han aprovechado, por suerte, Roger y Rafa.

El tenis no es tan bombardeado como el fútbol a nivel sensacionalista y de eso se han aprovechado, por suerte, Roger y Rafa.
La rivalidad Federer-Nadal, libre por suerte del morboso periodismo futbolero | EFE

La imagen de Roger Federer y Rafa Nadal cogidos de la mano mientras lloraban en la despedida del suizo es ya una instantánea histórica para el mundo del deporte. Una imagen que nos hizo llorar a muchos en casa. La mayor rivalidad deportiva de la historia, al menos para mí, demostrando que se puede ser rivales dentro de la pista y caballeros y amigos fuera de ella. Es la imagen de la deportividad en su máxima expresión y fue la guinda perfecta para cerrar una etapa que siempre guardaremos en nuestro corazones por haber tenido la suerte de vivir en la era de Rafa Nadal y Roger Federer.

Precisamente hablando de esa rivalidad, reflexionaba el otro día sobre cómo han podido sobrevivir ambos tenistas a la afilada cuchilla que siempre sobrevuela este tipo de enfrentamientos deportivos. Y, muy a mi pesar porque yo formo parte de este mundo y ni mucho menos lo voy a ocultar, creo que ha sido porque por suerte para ellos, aparte de su respetuosa personalidad, el mundo del tenis no cuenta con el morboso estilo, no general pero sí muy extendido, del periodismo futbolero. Repito, no me escondo. Yo soy periodista, deportivo concretamente y futbolero en la mayor parte de las ocasiones, y sí, he formado parte, formo y formaré de debates morbosos dentro de este mundo. Intento que sea lo menos posible, pero aquí de inocentes no vamos a ir por la vida. Pero siendo parte de esto, sé lo que hay y mantengo que por suerte para Nadal y Federer, su rivalidad ha sido tenística, no futbolera.

Si Roger y Rafa hubieran luchado deportivamente bajo el prisma del periodismo futbolero, seguramente habrían tenido que lidiar con todo tipo de noticias, reportajes y tertulias en los que se analizasen todos y cada uno de sus gestos buscando algo polémico. Si después de un break en contra, Rafa murmuraba algo, puede que ese comentario fuese una crítica a Roger. ¡Lo analizamos en exclusiva! Se habría analizado si Federer vistió un día de azulgrana como guiño al Barcelona porque sabe que Rafa es del Madrid y quería mandarle una indirecta. ¡Tenemos el guiño de Federer que enfadó a Rafa Nadal! Y como no, el famoso fin de ciclo. Aquí habrían retirado, aún más veces de las que ya lo hicieron, a Rafa Nadal y Roger Federer cada vez que uno perdiese ante el otro. ¿Es el fin de Rafa? ¿Volverá a ganar Roger? ¿Fin de ciclo?

Por supuesto también habríamos tenido a ‘expertos’ diciéndole a gritos a Rafa y a Roger cómo tenían que golpear de derecha, revés y volea porque si no jamás volverían a ganar. O vídeos eternos, por ejemplo, sobre por qué Nadal cambió a Toni por Carlos Moyá buscando un drama familiar donde no lo había. Y sin duda, junto a todo esto habría opinadores en redes sociales y fuera de ellas que habrían echado la culpa a la respectivas mujeres de Roger y Rafa cuando estos tuvieran malas rachas. ¿Cuántas veces la mala racha de un jugador de fútbol ha sido, supuestamente, porque su novia le lastraba? Muchas, ¿verdad? Eso lo hemos escuchado mil veces. Pero casualmente esos ‘opinadores’ jamás dicen que la culpa de que Rafa haya ganado 22 Grand Slams y Roger 20 es por Xisca y Mirka, respectivamente. Cuando le va mal a un deportista, pierde por su mujer. Cuando le va muy bien, él es el dueño único de sus triunfos.

Además el tenis es un deporte individual, por lo cual no pueden darse fichajes o cambios de clubes. ¿Se imaginan seis años de noticias diciendo que Rafa Nadal se va a otro club y luego que no pase? ¿Se imaginan un Balón de Oro del tenis? Piensen en tertulias que no se creyesen que la tecnología del ojo de halcón funciona y que pusiesen en duda esas pelotas que se van o tocan líneas por milímetros. Periodistas odiando a uno para defender al otro. Personas insultando a cualquiera de los dos y poniéndoles motes para luego pedirles perdón de rodillas cuando volviesen a ganar. ATPeratos como Villaratos. Les prometo que me dan escalofríos de los malos solo de pensarlo.

Todo lo dicho anteriormente, por mucho que Rafa y Roger sean dos caballeros dentro y fuera de la pista, habrían generado sin duda demasiado morbo alrededor de ellos. Por suerte eso no ha pasado y aunque siempre hayamos tenido cierto pique entre nadalistas y federistas, incluso con Djokovic mediante, nunca se ha llegado a lo que genera el fútbol. Por todo ello, doy gracias. Gracias por haber disfrutado de esta rivalidad sin buscar el morbo en todo lo que pasase durante sus partidos.

¿Piensan que exagero? Busquen por ahí y se darán cuenta qué tipo de periodismo se cuestionó al día siguiente de la retirada de Federer asuntos como quién de los dos había sido mejor tenista. Un día después del adiós de Roger, ni siquiera dieron un tiempo de luto, en vez de comentar cómo fue su despedida, ya estaban buscando enfrentar a los fans de Nadal contra los de Federer. Lo dicho, la rivalidad Federer-Nadal, ha sido libre por suerte del morboso periodismo futbolero.

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