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Diana Molineaux

Los cien días de Denise

A medida que van pasando los días, resulta más evidente que Bill Clinton nunca se irá del escenario político norteamericano y que su presencia será cada vez más polémica y entretenida. Un buen ejemplo son los perdones presidenciales, otorgados a mansalva y de forma irregular en sus últimos minutos en la Casa Blanca.

De todos ellos, el más espectacular es para el millonario Marc Rich, fugitivo de la justicia desde hace 17 años. Aparte de evadir impuestos, hizo "negocios con el enemigo" comerciando con Irán mientras el Ayatollah tenía como rehenes a diplomáticos norteamericanos. Además de negarse a comparecer ante los tribunales de Estados Unidos, ha renunciado a la nacionalidad norteamericana. Desde Suiza mantiene contacto con su abogado, quien pidió y obtuvo de Clinton el perdón para su cliente que, hasta entonces, estaba en la "lista de los más buscados" del FBI.

Jack Quinn, el abogado de Rich, había trabajado en la Casa Blanca y supo aprovechar sus contactos. Pero, como en las tramas clásicas, il faut chercher la femme. Denise Rich, la ex mujer del millonario, es quien realmente tiene acceso a Clinton, al que ha dado millones, tanto para financiar sus campañas como la biblioteca presidencial.

Tanto acceso tenía que, aparentemente, Denise pasó nada menos que 100 días de un año en la mansión presidencial. No se ha podido demostrar, porque Denise se niega a responder a las preguntas del Congreso que investiga el perdón de Rich. Para ello se acoge a la quinta enmienda de la Constitución americana, la que exime a los inculpados de declarar en su contra.

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