Han sido muchos los lectores de Salud en Libertad Digital y oyentes de esRadio, los que nos han preguntado sobre la enfermedad que provocó el ingreso de urgencia de la Sra Vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, en un hospital público madrileño y su inmediata intervención quirúrgica.
Los comunicados oficiales señalaban que había sufrido una oclusión intestinal por adherencias. Bien, esta patología puede tener un origen congénito, inflamatorio, traumático o tumoral, pero los partes médicos facilitados hasta ahora no aclaran cuál de ellos ha provocado la oclusión intestinal que ha sufrido la vicepresidenta.
Lo que sí ha trascendido es que la vicepresidenta ya sufrió una intervención quirúrgica similar debido al célebre parásito Anisakis. Como hemos repetido tantísimas ocasiones, para evitarlo es necesario congelar el pescado durante al menos 48 horas a -18 grados centígrados. Se me antoja que, quizá, la señora vicepresidenta no leyó Libertad Digital los días que advertimos de los riesgos del Anisakis y su prevención.
En ocasiones, con el tiempo, este tipo de intervenciones derivan en unas adherencias que provocan dolor abdominal, vómitos y distensiones abdominales que impiden la expulsión de gases o heces. Esta dolencia requiere su ingreso en un centro hospitalario para llevar a cabo las pruebas necesarias y, a menudo, se hace necesario la intervención quirúrgica.
En la cirugía se liberan esas adherencias que, salvo complicaciones, requieren de un tiempo prudencial en un hospital.