La obsesión de Podemos por torpedear las primarias del PSOE no remite: días después de anunciar su esperpéntica moción de censura contra Rajoy, el partido ultra que lidera Pablo Iglesias ha tenido una nueva ocurrencia: convocar una concentración para el próximo día 20 en la Puerta del Sol de Madrid justo unas horas antes de que los militantes socialistas elijan a su nuevo líder entre Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López.
Iglesias ha asegurado que el día 20 van a demostrar "que hay una España que no se deja someter ante las presiones de la Trama", mientras Echenique ha invocado al "pueblo", a la "sociedad civil" y a la "mayoría social" que, según él, respalda esa moción de censura que no cuenta con el apoyo de ninguna otra formación con representación parlamentaria. Con semejantes declaraciones, que ponen de relieve una noción de la democracia muy similar a la que tiene su estimado tirano Nicolás Maduro, los neocomunistas no sólo ocultan los resultados de las elecciones y de los sondeos, que siguen dando al PP como partido más votado, también su artera pretensión de liderar la oposición y presentar al PSOE como un títere del Gobierno de Rajoy.
Aunque este numerito circense, que han pasado a calificar de "moción ciudadana", haya arrastrado a los socialistas madrileños a presentar una no menos esperpéntica moción de censura contra Cristina Cifuentes, lo cierto es que las urnas y los sondeos, tanto en el ámbito regional madrileño como en el nacional, seguramente no permitirían a Podemos ni al PSOE desbancar a un PP que cuenta con el apoyo de Ciudadanos. De hecho, ni Susana Díaz, ni Patxi López y ni siquiera Pedro Sánchez han dado el más mínimo aliento a esa supuesta moción de censura contra Rajoy, que, como ellos bien saben, trata en realidad de desestabilizar al PSOE en beneficio de Podemos y del propio Partido Popular. No hay más que recordar la ironía y las bromas que Rajoy ha dedicado a la iniciativa de Pablo Iglesias para darse cuenta de lo encantado que estaría el presidente del Gobierno en presentarse como única alternativa al populismo comunistoide de Iglesias.
En cualquier caso, si el PSOE pretende regenerarse y ser una formación socialdemócrata moderna con posibilidades de volver a desempeñar responsabilidades de gobierno, hará bien en mantenerse alejado de estos cantos de sirena provenientes de una formación que sólo se dedica a la desestabilización del sistema y que representa una amenaza formidable a la democracia y a la prosperidad.