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EDITORIAL

Cataluña, ahora o nunca

Las cartas del separatismo están sobre la mesa y ya no hay tiempo para esperar que otros den la cara por nosotros.

Si hay una imagen que refleja la verdadera naturaleza del régimen nacionalista catalán es la de los diputados de Ciudadanos y el Partido Popular abandonando el Pleno entre insultos del resto de los grupos, después de ser tachados de "nazis" por su respaldo a la concentración que se celebra este 12 de Octubre para defender la Nación española, o sea la libertad, en la Plaza de Cataluña de Barcelona. El lamentable episodio vivido este jueves en ese Parlamento autonómico sólo puede tener cabida en una sociedad sometida durante ya más de tres décadas a una tiranía que ha ido cercenando las libertades para aniquilar cualquier oposición a su concepción esencialista y, por ende, totalitaria de Cataluña.

Es cierto que los nacionalistas han contado con la inestimable colaboración, ya sea por acción o por omisión, de las propias instituciones españolas, desde la Jefatura del Estado hasta los dos partidos políticos supuestamente nacionales que han gobernado desde la Transición hasta hoy. El último ejemplo lo tenemos en la inefable propuesta del PP catalán, con la aprobación de Mariano Rajoy, de una financiación "diferenciada" para Cataluña.

Ante el desafío separatista, mucho más real de lo que algunos quieren ver, poco podemos esperar de las mismas instituciones que nos han llevado a esta situación. Si hay alguna esperanza de revertirla, pasará por las iniciativas de la sociedad civil. Buen ejemplo de ello es el surgimiento de Ciudadanos, único partido que defiende sin ambages las libertades en Cataluña.

Por todo ello, cobra especial importancia la concentración de la Plaza de Cataluña. Desde Libertad Digital nos sumamos decididamente a esta convocatoria. Como bien dice Albert Rivera en la entrevista que le hemos hecho, "se acabó el tiempo de silencio, ha llegado la hora de ganar el partido". Las cartas del separatismo están sobre la mesa y ya no hay tiempo para esperar que otros den la cara por nosotros. Estamos convencidos de que son muchísimos los catalanes que no quieren separarse de España, pero su indiferencia es un arma más para el secesionismo. Es hora de tomar partido y construir una alternativa, desde la sociedad civil. Es ahora o nunca.

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