Finalmente habrá debates entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, en las fechas previstas, 25 de febrero y 3 de marzo, después de que socialistas y populares aceptaran la invitación de la Academia de la Televisión de organizarlos y de emitirlos en abierto para todos los medios que deseen ofrecerlos.
Aunque quede por resolver el interrogante de quien será el moderador de los encuentros, no sería sorprendente que el designado fuera Manuel Campo Vidal: Además de ser el actual presidente de la Academia de Televisión, este periodista cuenta a su favor con el hecho de que ya dirigió los dos cara a cara entre Aznar y González. En tal caso, Campo Vidal deberá hacer un esfuerzo de imparcialidad para que su labor recuerde más su correcta intervención en dichos debates que a su pasada actividad como presentador y subdirector de informativos en TVE, también en tiempos de González.
En cualquier caso, atrás quedan semanas de desencuentros en las que la propaganda socialista ha tratado –y, en parte, logrado– generar la falsa impresión de que, mientras la postura del PSOE era flexible y sólo pretendía no excluir a ninguna cadena interesada en la retransmisión del cara a cara, el PP se aferraba rígidamente a que fueran Telecinco y Antena 3 las elegidas. Lo cierto es que el inicial y público veto del PP a TVE no ha sido menor al que, en los hechos, ha dirigido el PSOE contra estas dos cadenas privadas. Tan en abierto era la oferta de emisión de TVE que defendían los socialistas como la de estas dos cadenas, con la diferencia de que TVE es una cadena pública de control gubernamental, mientras que Telecinco y Antena 3 son dos cadenas independientes, por más que ninguna de ellas se escore precisamente hacia la derecha.
También cabe destacar que los dos cara a cara, que tendrán una duración de 90 minutos cada uno y se desarrollaran sin pausas publicitarias, girarán sobre cinco bloques temáticos que también están ya acordados: economía y empleo, políticas sociales, política exterior y de seguridad, política institucional y retos del futuro. Cada bloque tendrá una duración de 15 minutos y estará dividido a su vez en distintos epígrafes.
Cabe preguntarse si este reparto de contenidos, que tan poca relevancia da al crucial tema del terrorismo, y que da el mismo tiempo a la política social que a la política exterior y la política de seguridad juntas, no haya sido una concesión más del PP con tal de que se celebren los debates. En cualquier caso, es el PP el que más tenía y tiene que ganar con estos cara a cara y el que más esfuerzo tenía que hacer por borrar esa falsa imagen de renuencia.
Bien está lo que bien acaba, y bienvenidos sean estos debates que pueden ser decisivos en estas elecciones que se presentan como las más apretadas y trascendentales de nuestra historia.
