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EDITORIAL

Deporte español y resentimiento cateto

Lo grave es que desde el Gobierno de España, se tenga condescendencia ante tanto disparate, e incluso se trate como socios a quienes, tambien en el deporte, consideran la bandera de España como "la bandera del enemigo".

Está visto que los nacionalistas no pueden contener su resentimiento ni ante los logros cosechados por nuestros deportistas ni ante el orgullo de ser español que muchos de ellos han sentido y nos han hecho sentir. Tras mostrar varios representantes del nacionalismo vasco y catalán su preferencia por la victoria de varios equipos extranjeros contra los que se enfrentaban los españoles, ahora le ha tocado el turno al ex diputado de ERC y concejal de Blanes, Joan Puig, quien ha arremetido en su blog contra el Comité Olímpico español, contra los deportistas catalanes, en general y contra Pau Gasol en particular.

Puig, en una muestra insuperable de las memeces de las que son capaces los delirios nacionalistas, acusa al COE y a España de "secuestrar" a los deportistas catalanes "para ganar medallas", al tiempo que acusa a estos de "falta de valentía" por su supuesto nulo compromiso con Cataluña y con sus símbolos. Especialmente ridículo se muestra Puig contra el jugador de baloncesto Pau Gasol, al que acusa de importarle más "la pela que España". Todo por el spot publicitario en el que este manifestaba su orgullo por ser español.

Con independencia de lo que haya cobrado (si es que ha sido así) el jugador catalán por protagonizar ese anuncio, lo que le molesta al cateto de Puig es que una celebridad mundial como Gasol no sea rehén de los empobrecedores delirios del separatismo, y que, por el contrario, lleve a gala su condición de español, tal y como ha hecho en innumerables ocasiones sin ser retribuido por ello. Eso, por no hablar de la estupidez que supone acusar a los deportistas españoles y al conocido lema "A por ellos" de un "espíritu guerrero e invasor", propio de las "matanzas coloniales".

Dejando al margen las ocasiones en la que los nacionalistas catalanes se han apropiado de los logros de deportistas de Baleares o Comunidad Valenciana, que ellos consideran parte de los "Països Catalans", es evidente el caracter empobrecedor que, tambien en el terreno del deporte, caracteriza al nacionalismo. Con la creación de sus mal llamadas "selecciones nacionales", no sólo tratan de impedir que los catalanes sientan como propios los logros del resto de los españoles en el terreno internacional, sino también de encorsetarlos en unas ligas regionales que no dejarían de ser de un nivel deportivo muy inferior, por mucho que pomposamente las llamasen "nacionales". Lo grave es que desde el Gobierno de España se tenga condescendencia ante tanto disparate, e incluso se trate como socios a quienes, también en el deporte, consideran la bandera de España como "la bandera del enemigo".

En cuanto al pobre Puig, sólo nos queda recordarle aquel antiguo juramento olímpico por el que los deportistas se comprometían a tomar parte en los Juegos con "un espíritu de caballerosidad, por el honor de nuestro país y por la gloria del deporte". Quien únicamente ostenta credenciales como "asaltapiscinas" no está para dar lecciones a ningún deportista. 

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