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EDITORIAL

Desafío separatista: desastrosa gestión de Soraya Sáenz de Santamaría

La número dos de Rajoy, que pasa por ser poco menos que una fuera de serie en el ámbito jurídico-administrativo, ha quedado completa y bochornosamente en evidencia en los últimos días. 

La número dos de Rajoy, que pasa por ser poco menos que una fuera de serie en el ámbito jurídico-administrativo, ha quedado completa y bochornosamente en evidencia en los últimos días. 
Soraya Sáenz de Santamaría | EFE

Es indudable que Soraya Saénz de Santamaría ha desempeñado un papel fundamental en la gestión gubernamental de la crisis separatista. Todo lo que se ha hecho en relación con el proceso golpista ha tenido el impulso directo o el aval de la vicepresidenta, convertida jurídicamente y por la vía de los hechos en presidenta de la Generalidad hasta la constitución de un nuevo Ejecutivo regional.

La número dos de Rajoy, que pasa por ser poco menos que una fuera de serie en el ámbito jurídico-administrativo, ha quedado completa y bochornosamente en evidencia en los últimos días. Reacia, al igual que, por supuesto, Mariano Rajoy, a tomar decisiones políticas de calado y gravedad, las dos figuras más importantes del Gobierno han dejado al Estado al albur de las circunstancias y dejado a los golpistas llevar la iniciativa; hasta que la Justicia, no el Gobierno, ha comenzado a ponerlos en su ominoso lugar.

Con su dejación de responsabilidades, su inacción y su delegación en jueces y fiscales, el Gobierno de Santamaría y Rajoy ha convertido al PP en una fuerza muy poco fiable para quienes lo han votado alguna vez: no es de extrañar que se desplome en las encuestas. A pocas horas de que el Parlamento regional de Cataluña vuelva a ponerse fuera del orden constitucional, el Gobierno de la soberbia e implacable con quien y cuando no debe Santamaría fía toda la respuesta del Estado a los magistrados del Alto Tribunal, a los que se somete como último recurso y tras recibir una sonora bofetada del Consejo de Estado. Qué patético espectáculo del Gobierno de los Abogados del Estado.

En el seno del Partido Popular encuentran cada vez más eco las críticas a la gestión de Santamaría, especialmente por la crudeza de los pronósticos electorales. El batacazo del PP en Cataluña, que puede anticipar una futura debacle en el resto de España, es algo que el PP tiene que agradecer a la vicepresidenta por su infausto manejo de la crisis separatista. Una crisis que, a partir de mañana, y a la vista de la ejecutoria de Santamaría y Rajoy, puede perfectamente agravarse.

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