El "plan" anunciado por Zapatero para hacer frente a la crisis –una crisis que el Gobierno sigue sin reconocer como tal– ha provocado el unánime rechazo de todos los partidos, que han respaldado al PP en su petición de que Zapatero comparezca en el Congreso. Si tal unanimidad es infrecuente y elocuente de hasta qué punto el Gobierno se ha quedado solo en la defensa de su inoperancia, todavía lo es más el toque de atención que le ha vuelto a propinar a Zapatero el mismísimo Banco de España, cuyo gobernador, el socialista Miguel Ángel Fernández Ordoñez, ha dejado en evidencia que las "soluciones" anunciadas por el presidente son tan insuficientes como la gravedad que el Ejecutivo concede al problema.
El gobernador del Banco de España ha dejado al descubierto importantes carencias de lo anunciado por Zapatero al señalar la urgencia de una reforma laboral y de una revisión de la negociación colectiva, que, como señalábamos ayer, el Gobierno sigue dejando al albur de un consenso sine qua non entre patronal y sindicatos. Asimismo, Fernández Ordoñez ha reclamado una mejora de la seguridad jurídica de los alquileres que contrasta con la política de créditos blandos a la construcción de vivienda pública anunciada por Zapatero.
Por si todo ello fuera poco, este martes se ha sabido que el superávit del Estado se ha desplomado un ochenta por ciento, mientras la Bolsa cerraba en el nivel más bajo desde hace dos años tras encadenar su sexta bajada consecutiva. Como remate, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho ha tenido que reconocer que la tasa de paro "estará más próxima" al 11% que al 10% el próximo año, al tiempo que ha subrayado que el crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social será menor en el futuro que el registrado en meses y años anteriores.
Ni que decir tiene que Corchacho se ha quedado tan corto en su revisión al alza del crecimiento del paro, como corto se quedaba Zapatero en su última revisión a la baja del crecimiento del PIB. Lo grave es que, como consecuencia de todo ello, el Gobierno sigue quedándose corto en la propuesta de soluciones. Es en lo único en lo que este Gobierno está resultando verdaderamente "austero".