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EDITORIAL

El golpista Junqueras quiere a Sánchez en la Moncloa

Los supremacistas del condenado Oriol Junqueras se han decantado de nuevo por Sánchez, al que auparon al poder en la ominosa moción de censura contra Mariano Rajoy.

Como era previsible, la militancia de la formación hispanófoba Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha votado a favor de un acuerdo con el PSOE que permita a Pedro Sánchez formar Gobierno. Tras impedir con su abstención en julio la investidura de Sánchez y empujar patéticamente a podemitas y socialistas a un pacto a la desesperada que evitara unas nuevas elecciones, los supremacistas del condenado Oriol Junqueras se han decantado de nuevo por Sánchez, al que auparon al poder en la ominosa moción de censura contra Mariano Rajoy.

La decisión de los militantes del partido golpista es coherente con los planes del capo Junqueras de manipular a su antojo la vida política nacional, mediante un apoyo en el Congreso a Sánchez que le permita alcanzar sus objetivos secesionistas y, de paso, garantizarse una mejora de su condición penitenciaria como paso previo la excarcelación.

A partir de ahora, Junqueras tiene oficialmente manos libres para hacer y deshacer a su antojo gracias a la escandalosa ambigüedad de la pregunta planteada a las borreguiles bases de ERC, pues no precisaba los límites de la negociación para la que presuntamente se ha pedido permiso a la militancia. En esto no se distingue ERC de otros partidos de izquierda como PSOE y Podemos, cuyos líderes mangonean a sus obsecuentes bases cada vez que lo necesitan con una suerte de plebiscitos que dicen mucho, y todo malo, tanto de los que los convocan como de los que se dejan acarrear a esas urnas cargadas.

Así pues, el camino para un Gobierno social-comunista aliado con los nacionalistas hispanófobos queda expedito, a falta de que Sánchez, Iglesias y Junqueras negocien los términos del pacto de la vergüenza. Los tres cuentan con el aval de sus respectivos partidos para llevar a buen término una negociación que, de hecho, comenzó mucho antes de que se hicieran esas consultas-farsa.

A Junqueras le interesa mantener a Sánchez en la Moncloa en una situación de dependencia absoluta, y eso es lo que se ha garantizado con la consulta de este lunes. Un presidente sin escrúpulos y sin mayoría parlamentaria es el sueño de los golpistas, que a partir de ahora tendrán mucho más fácil alcanzar su objetivo de hacer saltar por los aires el régimen constitucional.

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