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EDITORIAL

La hoja de ruta a la recesión

Ante este negro panorama económico, que el diálogo social sólo se traduzca en destacar la importancia que tiene el diálogo social, empieza a parecerse más a un guión de los hermanos Marx que a una "hoja de ruta" para salir de la crisis.

Un día después de que el propio Banco de España nos sitúe al borde de la recesión, al cifrar en el 0,1 por ciento el crecimiento de la economía española en el segundo trimestre, se ha producido una catarata de noticias que evidencian la envergadura de la crisis económica, y que, lejos de hacer despertar al Gobierno de su letargo, parecería que contribuyen a intensificar su irresponsable parálisis.

Para empezar, el INE ha hecho pública la tasa adelantada del IPC armonizado, que ha ascendido en julio al 5,3 por ciento, el nivel más alto desde que comenzó a elaborarse la serie histórica en enero de 1997.

También se ha sabido que el Euribor –principal indicador para fijar el tipo de interés de las hipotecas– ha cerrado el mes de julio en el 5,39 por ciento, con lo que marca así un nuevo máximo histórico y encadena cinco meses consecutivos de subidas. Estos datos suponen para las hipotecas contratadas hace un año un incremento de cerca de 900 euros al año y de más de 1.000 para las que se contrataron hace seis meses.

Así mismo, y según los datos facilitados por la oficina estadística comunitaria Eurostat, España ha experimentado el aumento del paro más alto de toda la Unión Europea, hasta situarse en junio en el 10,7 por ciento de la población activa. Para colmo, esta noticia también ha coincidido con la publicación de un informe del BBVA que pronostica que el paro se elevará hasta el 14 por ciento en 2009.

Por su parte, la consultora Informa D&B ha hecho público un estudio que señala que la creación de empresas en España ha descendido el 24,53 por ciento en el primer semestre, al pasarse de 84.904 constituciones en 2007 a 64.076 hasta junio de este año.

Finalmente, se ha sabido que en los primeros cinco meses del año el déficit de la balanza por cuenta corriente, que refleja los ingresos y pagos comerciales, servicios, rentas y transferencias, ha crecido un 14,6 por ciento, lo que dispara la ya intensa necesidad de financiación de la economía española.

Con todo, lo más preocupante ante este cuadro, ya de por sí deprimente, es oír los llamamientos al optimismo sin base alguna, como los que ha hecho este jueves la nueva secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín. Eso, por no hablar de la impresión, aún más negativa, que causa la lectura de la pomposamente llamada Declaración para el impulso de la economía, el empleo, la competitividad y el progreso social suscrita este martes en La Moncloa por el Gobierno, la patronal y los sindicatos. Este documento, que se presenta como la "hoja de ruta" para salir de la crisis, a lo que se dedica en realidad es a encubrir la parálisis del Gobierno –y la complicidad de los agentes sociales– a base de perogrulladas y obvias referencias a la necesidad de impulsar la economía, el empleo, la competitividad y el progreso social.

Aunque no niega la realidad de la crisis, el documento ni acierta al informar de su origen ni concreta reforma alguna, tal y como las que de forma urgente habría que aplicar en el terreno laboral, fiscal y en la contención del gasto público. A lo único que se limita el documento para justificar su injustificado optimismo de futuro es a señalar "la importante fortaleza con la que cuenta la economía española" como es, según sus firmantes, el "diálogo social".

Que el diálogo social se esté traduciendo hasta la fecha únicamente en destacar la importancia que tiene el diálogo social, empieza a parecerse más a un guión de los hermanos Marx que a una hoja de ruta para salir de la crisis.

Así a lo que vamos de cabeza es a una larga recesión, mientras los miembros del Gobierno sólo piensan en sus inmerecidas vacaciones.

En Libre Mercado

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