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EDITORIAL

Illa es muy malo... y no hay nadie mejor en el Gobierno

El nombramiento de Illa fue un error; mantenerlo en el cargo puede parecer casi una afrenta a la ciudadanía. Pero es que en el Gobierno no hay más que semejantes a Illa.

Desde luego, Salvador Illa no es el principal responsable de la devastación que está causando el coronavirus en nuestro país; es evidente que las decisiones importantes las han tomado otros, la mayoría de las veces sin priorizar los aspectos sanitarios.

Del mismo modo, también es innegable que Illa es un ministro de cuota, al que se confirió una cartera competencialmente irrelevante para que pasara sin pena ni gloria; un ministro bulto en el abultadísimo Gobierno social-comunista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Pero resulta que, con el advenimiento de la crisis del coronavirus, Sanidad se ha convertido en un ministerio trascendental. Como de hecho lo ha sido en otras ocasiones no tan distantes en el tiempo; recuérdese, sin ir más lejos, la crisis del ébola, explotada con obscenidad por los inmorales que piden ahora altura de miras y sentido de Estado a los que critican, con justísima indignación, la incompetente y peligrosa gestión que de la crisis presente está haciendo el Gobierno del 8-M.

Sanidad, pues, es una cartera de extraordinaria importancia en estos momentos. Una cartera que no puede estar en manos de un personaje como Illa, del que se esperaba que no hiciera nada pero que ha tenido que hacer de todo en los últimos días. Y todo lo ha hecho mal.

El bochornoso episodio de los test de detección del coronavirus ha sido ya el colmo de los despropósitos. Illa ha dado siempre la sensación de ir muy por detrás de los acontecimientos; de estar completamente sobrepasado y zombificado. Lo que le faltaba era ponerse en evidencia y hacer el ridículo dentro y fuera de nuestras fronteras. De ahí que hayan empezado a despojarle de buena parte de sus funciones.

El nombramiento de Illa fue un error; mantenerlo en el cargo puede parecer casi una afrenta a la ciudadanía. Pero es que en el Gobierno no hay más que semejantes a Illa, personas clamorosamente incapacitadas para gestionar el día a día de un país avanzado como España, y para qué hablar de emergencias sanitarias de extraordinaria gravedad como la actual. Eso es lo desolador.

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