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Emilio Campmany

El pacto de los ocho años

¿Fue la realidad de este compromiso lo que a Rajoy le desvelaron en México para convencerle de que sería presidente de España en 2012, no antes, siempre que para entonces siguiera estando al frente del PP?

Aznar hizo una extraña revelación en la última entrevista que le hicieron en la tele: como él, Zapatero se habría comprometido a no ocupar la presidencia de Gobierno más de ocho años seguidos. Pero el presidente no ha hecho público un compromiso así. Puede que no exista, pero entonces, ¿por qué tendría que haber mentido Aznar?

Es un asunto extraño. Una de las taras que sufre nuestro sistema constitucional es el de la ausencia de limitación de mandatos. Eso permitió a Felipe González ser durante casi catorce años consecutivos presidente del Gobierno. ¿Por qué Aznar se comprometió a no estar más de ocho? Es posible que fuera un modo de introducir una especie de costumbre constitucional no escrita.

Pero también es posible que todo fuera fruto de un pacto de Estado para que el entramado de poder del PSOE no pusiera demasiadas dificultades al aterrizaje del PP en 1996. Ya había logrado impedirlo en 1993 contra el pronóstico de las encuestas y quizá, sin ese compromiso, habría sido capaz de volver a hacerlo en 1996. La limitación de mandatos acordada facilitaría el retorno del PSOE al poder en 2004 ya que, cuando se es oposición, es mucho más fácil vencer a un candidato de nuevo cuño que al presidente del Gobierno. Y es posible que se acordara que el trato tuviera que obligar a cualquier futuro presidente socialista. En todo caso, alguna clase de acuerdo hubo, pues su existencia es la única forma de entender el piadoso carpetazo que Aznar dio al GAL y a tantos otros escándalos que tenían a los socialistas cubiertos de porquería. Nadie ha logrado dar una explicación plausible a que Aznar no entregara a la Justicia los papeles del CESID en agosto de 1996.

La promesa de no estar en la Moncloa más de ocho años implicaba la de no ocuparla durante más de dos legislaturas. Eso exigió de Aznar agotarlas sin disolver nunca las Cortes anticipadamente. Si lo hubiera hecho, para poder cumplir su promesa, habría tenido que estar en la presidencia menos tiempo del prometido. Por eso, don José María dejó que transcurrieran los cuatro años de sus dos legislaturas y nunca tuvo la tentación de adelantar las elecciones.

Si Aznar tiene razón y Zapatero está como él comprometido a no estar más de ocho años, haría lo mismo, agotar las legislaturas. Ya lo hizo con la primera y ahora tiene toda la pinta de estar decidido a hacerlo con la segunda. Durante el otoño de 2007, cuando todos los sectores económicos empezaron a notar los primeros síntomas de la crisis, muchos socialistas exigieron a Zapatero el adelanto de las elecciones. El presidente se negó. Las urnas se abrieron a los cuatro años cumplidos, cuando las cifras macroeconómicas eran ya claramente negativas. Zapatero venció, pero por poco y gracias a que votaron al PSOE casi todos los comunistas y nacionalistas de izquierda que España padece. Si las elecciones se hubieran celebrado el octubre anterior, los resultados del PSOE habrían sido sin duda mejores. ¿Fue el compromiso de no estar más de dos legislaturas lo que le empujó a apurar los cuatro años?

Esa no es la única pregunta. Hay otra más interesante. ¿Fue la realidad de este compromiso lo que a Rajoy le desvelaron en México para convencerle de que sería presidente de España en 2012, no antes, siempre que para entonces siguiera estando al frente del PP? Como dicen los italianos, se non è vero è ben trovato.

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