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Emilio Campmany

La verdad de la renovación del Consejo

Quien está bloqueando la renovación no es Casado, sino Sánchez.

Quien está bloqueando la renovación no es Casado, sino Sánchez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | EFE

Sigue la guerra por el control del Poder Judicial. Ahora PSOE y Podemos quieren tramitar a la carrera la reforma que impediría al Consejo realizar nombramientos de jueces mientras se encuentra caducado su mandato. Lo primero que intentó el Gobierno social-comunista fue reducir el número de diputados necesario para designar vocales. Eso le habría permitido a PSOE y Podemos dominar el órgano y nombrar para todos los puestos relevantes de la judicatura a magistrados de su cuerda. Frustrado este intento por la Unión Europea (para que luego digan que pertenecer a ella no sirve de nada), socialistas y comunistas han renunciado a controlar los nombramientos pero insisten en impedir que el actual Consejo, en situación de mandato caducado, siga cubriendo vacantes.

Las terminales mediáticas de la izquierda llevan mucho tiempo acusando al PP de bloquear la renovación con el fin de seguir dominando el Poder Judicial. Es mentira. No es Génova quien bloquea, sino Ferraz insistiendo en que participe Podemos. Esas mismas terminales aducen que es muy natural que, estando Podemos en el Gobierno, participe igualmente en la elección de vocales. El argumento es falso. No es el Gobierno quien ha de negociar tal elección con la oposición, sino que son los grupos parlamentarios con representación suficiente para sumar tres quintos del total de la Cámara los que han de hacerlo. Y PSOE y PP (contando con los dos diputados de Navarra Suma) tienen mayoría suficiente para proceder a la ansiada renovación. Podemos, como Vox o cualquier otro grupo, no son en absoluto indispensables, y que los de Iglesias estén integrados en la coalición de gobierno no les otorga mejor título del que tenga cualquier otro grupo.

Es Pedro Sánchez el que insiste en que lo hagan en virtud de los pactos que tiene con los comunistas, pero eso es un problema de Sánchez. Puede nombrar los ministros que le parezca. Pero entre sus facultades no está la de imponer la intervención de nadie en el pacto de la renovación del Consejo. De todo lo cual se concluye que quien está bloqueando la renovación no es Casado, sino Sánchez exigiendo una participación extemporánea en la negociación. Es cierto que Sánchez no lo hace por capricho, sino por haberse comprometido con Iglesias en el ámbito de la coalición de gobierno, pero al hacerlo se obligó a algo que no estaba en condiciones de dar. Si por no poder cumplir lo que indebidamente prometió no se puede renovar el Consejo, quien en realidad está bloqueando el nombramiento de los nuevos vocales no es Casado sino Sánchez. Es lamentable que Génova no acierte a transmitir esta verdad y aún peor que los medios se nieguen tramposamente a revelarla.

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