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Emilio Campmany

Partido maldito

Adolfo Suárez debería haberse imaginado que el PSOE, que traicionó a la Segunda República levantándose contra ella y arrastrándola a la Guerra Civil, acabaría también traicionando a la Transición.

Adolfo Suárez debería haberse imaginado que el PSOE, que traicionó a la Segunda República levantándose contra ella y arrastrándola a la Guerra Civil, acabaría también traicionando a la Transición.
La sede central del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid. | Twitter PSOE

Félix Bolaños se ha estrenado como ministro dando una rueda de prensa disfrazado de jurisperito bobalicón. No va el tío y dice que va a crear una Fiscalía que investigue los crímenes del franquismo a pesar de que con la muerte se extingue la responsabilidad penal. ¿Y entonces? ¿Van a procesar al muerto? ¿Van a condenarlo? ¿Podrá el muerto tener un abogado que le defienda? ¿O se propone Bolaños condenar a los muertos aprovechando que en el procedimiento no tendrán ocasión de defenderse precisamente porque están muertos? ¿Qué clase de verdad jurídica se va a establecer? Y en cuanto a las víctimas que fueron condenadas en el franquismo y cuyas sentencias serán anuladas: ¿se comprobará si cometieron alguno de los delitos de los que se les acusó? ¿Y si resulta que algunas de esas víctimas fueron en realidad asesinos de otras? ¿Se ocupará de determinar la realidad de sus crímenes la Fiscalía de Bolaños? ¿O no se investigarán porque el haber sido condenado por el franquismo limpia de cualquier falta, incluida el asesinato?

Nadie puede oponerse, dice el jurisconsulto, a una ley que homenajea a las víctimas de una dictadura. Y a las víctimas del socialismo y del comunismo, ¿las va a homenajear la ley? ¿O es que ésas no son víctimas? ¿A Calvo Sotelo, asesinado por militantes del PSOE, lo va a homenajear Bolaños? ¿O es que los asesinados por socialistas, anarquistas y comunistas eran criminales que merecieron morir por ser de derechas? Y a José Antonio, condenado a ser fusilado por un tribunal popular revolucionario sin ninguna garantía, además de exhumarlo, ¿lo va a homenajear Bolaños?

Adolfo Suárez debería haberse imaginado que el PSOE, que traicionó su supuesta vocación democrática pactando con la dictadura de Primo de Rivera, que traicionó a la Segunda República levantándose contra ella y arrastrándola a la Guerra Civil, que traicionó al Partido Comunista de España dejándolo solo en la lucha antifranquista, acabaría también traicionando a la Transición. Allí se acordó reconocerse mutuamente haber tenido los dos bandos la misma responsabilidad en el estallido de la guerra y en los desmanes que durante ella se cometieron. Punto y aparte y a ponerse todos a luchar por el futuro de España, cada uno con sus ideas y sus talentos. Cuando el PSOE tuvo la necesidad de ocultar su incompetencia, con Zapatero y con Sánchez, incumplió lo pactado, sacó a los muertos de sus tumbas y abrió las viejas heridas con el fin de que la polémica impidiera hablar de sus torpezas, ridículos, mentiras, latrocinios, falsedades, ilegalidades y corrupciones. Y en eso está.

Hay más. Esta ley que pone a unas víctimas contra otras saldrá adelante con los votos de quienes defendieron y aun hoy defienden a una banda que combatió una guerra mucho más reciente en la que sólo morían los de un bando y asesinaban sólo los del otro. Unos asesinos a los que el PSOE está excarcelando y colmando de beneficios penitenciarios mientras sus víctimas son constantemente humilladas. Por no hablar de la protección que el PSOE brinda a la dictadura comunista cubana, cuyas víctimas, que son de hoy, al PSOE le importan un higo. Partido maldito.

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