Menú
Emilio J. González

Adios a los recortes de tipos

A finales de 2001, el consenso entre la mayoría de los analistas era que el Banco Central Europeo volvería a recortar el precio oficial del dinero este año, aunque no se ponían de acuerdo en si la bajada sería de un "cuartillo" o de medio punto. Muchos de esos mismos expertos pensaban también que la Reserva Federal reduciría de nuevo los tipos de interés norteamericanos, aunque aquí casi había unanimidad en señalar que la bajada sería de un cuarto de punto. Hoy todo el mundo piensa que los tipos no caerán más.

En la zona del euro, el precio del dinero está en el 3,25%. El presidente del BCE, Wim Duisenberg, se ha resistido a bajarlo de ese nivel, y con razón. Decía el "holandés errante" que mientras no se despejara el panorama inflacionista no habría nuevos movimientos. ¡Cómo sabía Duisenberg lo que podía pasar con la puesta en circulación del euro y los redondeos! Pero también está el efecto de las subidas de impuestos que han entrado en vigor en algunos estados miembros de la zona del euro. En España, por ejemplo, el Gobierno estima que las alzas impositivas aportarán media décima a la inflación. En Alemania, entre redondeos y mayores presiones fiscales, el impacto puede ser de ocho décimas. Así, como es lógico, no hay quien recorte los tipos y Duisenberg no lo va a hacer. Además, prácticamente la única razón que había para relajar nuevamente la política monetaria era dar un nuevo impulso al crecimiento económico. Pero el BCE desde hace dos semanas está detectando los primeros síntomas de la recuperación, que se verá impulsada si la subida del crecimiento económico del cuarto trimestre en Estados Unidos se consolida. Por tanto, en Europa se acabó el volver a rebajar el precio del dinero.

En Estados Unidos también han puesto fin a este proceso. Tras conocer el buen dato de confianza del consumidor en diciembre, la subida de los pedidos de bienes duraderos y que el PIB aumentó el 0,2% en el cuarto trimestre respecto al tercerlo, la Reserva Federal descartó volver a bajar los tipos en su reunión del jueves 30 de enero. Ya no hacen falta más impulsos monetarios que sembrarían las dudas en los mercados y podrían empezar a poner en peligro la estabilidad de precios.

En resumen, los tiempos del dinero barato empiezan a llegar a su fin. Ahora sólo falta saber cuándo empezarán a subir los tipos de nuevo. Pero eso dependerá, fundamentalmente, del ritmo de la recuperación económica y de si ésta viene acompañada de tensiones inflacionistas.


© www.libertaddigital.com 2002
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.

 &nbsp
!-->

En Opinión