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Emilio J. González

Adiós al 3 por ciento

El Gobierno se las prometía muy felices con su política económica y pensaba que este año, a pesar de la que esta cayendo, la economía española crecería el 3%. Eso es lo que dijo a finales de julio cuando presentó la revisión del cuadro macro para este año, que se negó a volver a retocar con los presupuestos, a pesar de que la mayor parte de los analistas y toda la oposición parlamentaria no se creen esa cifra. La publicación de las estimaciones de crecimiento económico en el tercer trimestre del Banco de España viene a dar la razón a estos últimos.

El Banco dice que entre julio y septiembre el PIB español aumentó un 2,5% interanual, medio punto menos que en el trimestre precedente. El dato en si mismo no es malo, sobre todo si se tiene en cuenta como están las cosas en el resto de la Unión Europea y en Estados Unidos. Comparativamente, nuestro país está mucho mejor. Pero esa cifra, si se confirma el mes que viene cuando el INE publique los datos de contabilidad nacional, pondrá de manifiesto que el 3% de crecimiento en el conjunto del año será imposible de alcanzar. Y es que, aunque el porcentaje ofrecido por el Banco de España no deja de ser una estimación, el dato que ofrezca posteriormente el INE será similar; a lo sumo, variará una décima arriba o abajo. Pero eso es lo de menos. Lo importante es la tendencia que marca, la de agudización de la desaceleración, que en este cuarto trimestre que vivimos ahora irá a más, por sí misma y por culpa de los atentados del 11 de septiembre.

¿Cuánto crecerá la economía española en 2001? Es pronto para decirlo, pero a la luz de los últimos datos, el 3% no se alcanzará, aunque en el conjunto del año tampoco se caerá por debajo del 2,5%. Lo peor de todo, sin embargo, es el ritmo al que la economía española se aproxima al crecimiento del 2%, por debajo del cual deja de aumentar el empleo. Los primeros síntomas de problemas en el mercado de trabajo están ahí: el paro ha subido en los dos últimos meses y las multinacionales instaladas en España, sobre todo las relacionadas con tecnologías y telecomunicaciones, así como las compañías aéreas, están llevando a cabo despidos masivos. ¿Se acabaron los tiempos de bonanza, de reducción del paro? Todo dependerá de la intensidad y duración de la actual desaceleración económica. Pero, de momento, el dato que acaba de dar el Banco de España no augura un clima favorable, al menos en los próximos meses, y eso pone muchas cosas en entredicho, hasta la posibilidad de mantener en 2002 el equilibrio presupuestario.

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