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Emilio J. González

Interpretaciones

¿Cuál es el realmente el estado de salud de la economía española? Si uno lee los teletipos difundidos el jueves sobre el último informe del Banco de España, la conclusión inmediata es que la situación está empeorando y el PIB ha aumentado en el tercer trimestre por debajo del 2% que anunció el Gobierno el mismo jueves. Pero si uno se toma la molestia de ir directamente a las fuentes, esto es, al documento del banco, la conclusión que saca es bastante distinta.

Lo que dice la autoridad monetaria no es que el consumo privado siga desacelerándose, sino que continúa el deterioro de las expectativas de los consumidores, que se mantienen en niveles mínimos, algo lógico si se tiene en cuenta el desplome que registró la bolsa en julio y septiembre. Pero el texto también habla de subidas de las ventas al por menor y de los gastos en bienes de consumo y dice, además, otras cosas de sumo interés para tener una visión completa de la situación actual de la economía española. Por ejemplo, el informe recalca que el déficit de balanza de pagos sigue reduciéndose, lo que significa que resta menos al crecimiento económico. Habla también de una mejora en la producción y la disponibilidad de bienes de consumo que no sería posible si la demanda de los mismos siguiera desacelerándose y percibe, además, una ligera mejoría de la producción industrial y un mantenimiento de la inversión en construcción. Por tanto, la conclusión lógica es que la situación no se ha deteriorado en el tercer trimestre y la economía española, por tanto, puede haber crecido perfectamente el 2% que anunció el Gobierno citando los datos de que dispone actualmente el Instituto Nacional de Estadística.

¿Cómo se encuentra, entonces, la economía española? De momento, lo que se puede decir es que se ha estabilizado en un crecimiento del 2% en los nueve primeros meses del año y que sigue dando síntomas de que se puede iniciar la recuperación en cualquier momento, sobre todo a partir de enero del año próximo cuando entren en vigor la rebaja del IRPF y el resto de medidas de política fiscal incluidas en el presupuesto para 2003, que aportarán un punto al crecimiento del PIB. Además, en Estados Unidos siguen publicándose indicadores que hablan de estancamiento de la coyuntura o de ligera mejoría, eso sí, siempre y cuando las consecuencias sobre el precio del petróleo de la previsible guerra con Irak se limiten a un impacto de pocas décimas sobre el crecimiento y la inflación. Y ese impacto será moderado si el crudo no supera los 80 dólares por barril, según un estudio del Institute of International Economy, nivel a partir del cual el encarecimiento del crudo restaría un punto o más al aumento del PIB.

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