Menú
Emilio J. González

La CNMV pierde los nervios

El pasado viernes, la Fiscalía Anticorrupción anunció que llamaría a cuatro ex altos cargos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores para declarar acerca de las posibles implicaciones en el caso Gescartera del organismo que preside Pilar Valiente. La citación ha causado nerviosismo en la CNMV. ¿Por qué motivo? Evidentemente, quien se pone nervioso, algo tiene que ocultar. Pero vayamos por partes.

Este lunes aparecía en el diario El Mundo una información en la que se dice que la Comisión descubrió en 1999 un apunte falso de 650 millones en la sociedad propiedad de Antonio Rafael Camacho. Precisamente, ese mismo año fue cuando la CNMV descartó intervenir Gescartera, pese a las peticiones del entonces director general de Supervisión, David Vives, según cuenta El Mundo, lo cual ya suscita el primer interrogante. ¿Por qué no se intervino? Esta bien eso de ampliar la investigación, como acordó entonces el Consejo de la CNMV, pero se habrían averiguado más cosas si la investigación se hubiera llevado a cabo con Gescartera intervenida que sin haberlo hecho, aparte del perjuicio que se puede haber causado por esta decisión a los inversores honrados que colocaron su dinero en la sociedad de Camacho con la confianza de que las cosas estaban en orden cuando, al parecer, no lo estaban. Además, en una nota de mediados de agosto, la CNMV desmintió al diario El País que Vives hubiera solicitado al Consejo la intervención de Gescartera. ¿No es raro?

La segunda cuestión es tan inmediata como la primera. Si se había detectado ese apunte falso, ¿por qué se autorizó un año después a Gescartera a operar como agencia de valores? La respuesta que se dará por parte de la CNMV, con toda seguridad, es que la presencia de la Once en la agencia de Camacho era una garantía, pero esa presencia, por lo que parece, no está debidamente probada ni oficializada y, en cualquier caso, lleva a preguntarse acerca de la honorabilidad de Camacho cuando, precisamente, la honorabilidad es un requisito imprescindible para poder operar no sólo como agencia de valores, sino también como sociedad gestora de inversiones, lo que era Gescartera hasta hace un año.

La tercera cuestión son los nombres que han salido a relucir en la información de El Mundo. El periódico de Pedro J. Ramírez, por supuesto, ha hecho su trabajo al publicar algo que le han contado y que puede ser relevante. Precisamente en esto consiste el oficio de periodista. Pero es curioso que no salgan a relucir nombres como el de Pilar Valiente y sí los de Luis Ramallo o Juan Fernández-Armesto, a los que se pretende imputar la responsabilidad de no haber intervenido Gescartera cuando la propia CNMV, en un desmentido a una información sobre este tema publicada por El País a mediados de agosto, afirma que se decidió por unanimidad continuar con las investigaciones. Ahora, por lo visto, eso que dijo la CNMV es papel mojado. Y una curiosidad: Pilar Valiente siempre aparece, en esta información y en todos los desmentidos de la Comisión, como la heroína que tomó la decisión de intervenir, como si la cosa no fuera con ella y no tuviera responsabilidad alguna en todo este asunto. Ha de recordarse que, por aquel entonces, ya formaba parte del Consejo de la CNMV y, por ello, Valiente también tuvo que dar su conformidad a lo que la propia Comisión afirma en la citada nota del pasado 24 de agosto, cuando habla de la unanimidad del Consejo del órgano regulador para continuar con las investigaciones. En aquella reunión no hubo ningún voto particular...

Ya como último dato, el pasado jueves, El País publicó una noticia según la cual se autorizó a Gescartera a operar como agencia de valores seis días antes de que la propia Comisión hubiera advertido a Camacho de que no se cumplían los tres requisitos imprescindibles para la operación. Una información, además, que vino documentada con la reproducción de las cartas en las que se aprecia claramente el membrete de la CNMV, el texto y la firma. Y la CNMV lo desmintió también con argumentos burdos.

¿Qué pasa con la CNMV? En las próximas semanas lo sabremos. De momento, lo que parece claro es que alguien en Castellana, 19 es presa de un ataque de nervios.

Temas

En Opinión