Iberdrola ha empezado a mostrar sus cartas en la defensa frente a la OPA que le ha lanzado Gas Natural. En una jugada de gran habilidad, el consejero delegado de la eléctrica vasca, Ignacio Sánchez Galán, decidió adelantar la presentación de los resultados del primer trimestre de la compañía, que se realiza tradicionalmente el día anterior a la celebración de la junta de accionistas de la empresa. La cosa parece poco importante pero tiene bastante enjundia.
El anuncio de unos buenos resultados se ha producido en vísperas de que la Comisión Nacional de la Energía dé a conocer su informe sobre la operación, para lo que tiene como fecha límite el próximo martes. Los resultados, aderezados con una crítica implacable e impecable a las consecuencias de la OPA para Iberdrola, para la empresa resultante si tuviera éxito, para el sistema energético nacional y para los propios consumidores, se han convertido en un argumento de peso que el organismo que preside Pedro Meroño no podrá pasar por alto, y menos aún cuando se ha hecho público como se ha hecho.
Gas Natural tendrá que contestar, pero no tiene mucho tiempo. Entre el estudio de los argumentos de Iberdrola, la elaboración de la contestación y su presentación pública pasará un tiempo precioso que apenas deja margen para una reacción adecuada. Iberdrola ha hecho un movimiento hábil, achicando el espacio a quien hoy es mucho más que un competidor.
La respuesta de Gas Natural tampoco será fácil. Argumentos como los expuestos por Iberdrola, por ejemplo, que el crecimiento del ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de la compañía resultante previsto por Gas Natural es inferior al que contempla el plan estratégico de la eléctrica constituye, de por sí, un elemento como para que los accionistas de Iberdrola se piensen muy mucho que hacer. Los razonamientos en torno a los riesgos para las inversiones comprometidas con el Gobierno en el plan energético nacional sin duda condicionarán la opinión de la CNE y, en su momento, del propio Consejo de Ministros cuando tenga que tomar una decisión al respecto.
¿Qué va a hacer ahora Gas Natural? Iberdrola se lo ha puesto muy difícil con su estrategia y sus razonamientos. La mayor parte de los analistas consideran, además, que la oferta de Gas Natural no es interesante para los accionistas de Iberdrola, como se ha encargado de realzar Sánchez Galán. Es el primer paso en su estrategia defensiva.
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