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Emilio J. González

Los albores de la recuperación

La tan esperada como deseada recuperación económica podría estar ya en marcha, aunque con paso suave. Esto es lo que sugieren los datos de crecimiento correspondientes al segundo trimestre, unos buenos resultados por sí mismos y por el contexto en el que se producen.

Entre abril y junio, la economía española creció el 2,3% interanual. Este dato es doblemente positivo, en primer lugar porque supone una mejora de una décima respecto al primer trimestre del año; en segundo término, porque se produce en un escenario en que Alemania, Italia y Holanda están en recesión y Francia se encuentra muy cerca de ella. A pesar de esto, el PIB español ha acelerado suavemente su ritmo de crecimiento, que ha sido una décima mejor de lo previsto por el Banco de España y por el consenso de los analistas. Cabe destacar que el diferencial de crecimiento con la UE es ya del 1,9 por ciento, un dato histórico.

A este buen comportamiento han contribuido todos los componentes del PIB. El consumo de los hogares ha aumentando como consecuencia del proceso continuado de creación de empleo, que aumentó el 1,7% interanual, lo que supone 274.000 puestos de trabajo en los últimos doce meses, y de las consecuencias de la última bajada del IRPF. La inversión también ha ido a más, tanto en construcción como en bienes de equipo. Ésta última se ha visto favorecida por la mejora del gasto familiar y por unas exportaciones que, poco a poco, van a más. De esta forma, el sector exterior ha restado al crecimiento económico una décima menos que en el primer trimestre, a pesar de varios factores adversos, principalmente los máximos alcanzados por el tipo de cambio del euro frente al dólar, la subida del precio del petróleo como consecuencia de la guerra de Irak, el propio conflicto bélico y el contexto europeo de recesión en unos países y estancamiento en otros.

Estos datos auguran un mejor comportamiento de la economía en los próximos meses y parecen confirmar las previsiones del Gobierno, el Banco Central Europeo y la OCDE acerca de la recuperación económica en la segunda mitad del año. De hecho, el crecimiento intertrimestral del PIB ha ido a más por segundo trimestre, al aumentar el 0,7% frente al 0,5% del periodo enero-marzo y el 0,4% de los tres últimos meses de 2002. Este proceso puede ir a más en los próximos meses debido a que el deterioro de la actividad productiva en el resto de la zona del euro está frenándose, al fuerte impulso que está cobrando la economía estadounidense y a un dólar que empieza a recuperarse gracias al dinamismo de la actividad productiva norteamericana que hace más atractivo para los inversores colocar su dinero al otro lado del Atlántico.

Este escenario debería alimentar una mejora de los resultados empresariales en los próximos meses, en consonancia con lo que ha sido su comportamiento en la primera mitad de 2003 y, de esta forma, impulsar nuevas ganancias en la Bolsa. El parqué español, además, se ve favorecido por formar parte de la economía más dinámica de la zona del euro, lo que supone un crecimiento mayor de los beneficios empresariales y, en consecuencia, un atractivo mayor para los inversores internacionales que el que ofrecen hoy por hoy otras plazas financieras del Viejo Continente ya que el potencial de revalorización de las acciones es mayor que en otros países de nuestro entorno. ¿Es posible un escenario económico mejor de cara a las próximas elecciones generales que el que se perfila en estos momentos en el horizonte, en donde se aprecia el amanecer de la recuperación?

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