Menú
Emilio J. González

Los problemas del SEPLA

El sindicato de pilotos Sepla acaba de amenazar con la posibilidad de una nueva huelga en Iberia cuando, en teoría, no debería de ser así tras el laudo dictado en el conflicto entre el sindicato y la compañía. La razón que alega el Sepla es el incumplimiento de varios puntos de dicho laudo y que el cierre de varias bases de Aviaco obliga a varios pilotos a trasladar su lugar de residencia a Madrid. Pero si se tiene en cuenta que nadie convoca huelgas por el traslado de una parte del personal, que Iberia dice que no ha incumplido nada y, sobre todo, que a raíz del laudo se ha creado una comisión para resolver los conflictos a la que no han acudido los pilotos, esto empieza a ser sospechoso.

Lo que no es extraño es que el Sepla empiece a saltarse el laudo a la torera. Era previsible desde el mismo momento en que el Ministerio de Fomento obligó a las partes a acudir al mismo, lo que enseñó a los pilotos que cada vez que quieran algo lo que tienen que hacer es protestar, amenazar y convocar huelgas. Esto, desde luego, no pasaría si se hubiera permitido a Iberia continuar con la suspensión de vuelos por razones de seguridad, lo que no gustaba nada a los pilotos porque significaba, ¡por fin!, empezar a meterlos en cintura. La cuestión es por qué el Sepla empieza ahora a remover las cosas.

La razón hay que buscarla en el mismo Sepla. Dentro de poco habrá elecciones en el sindicato y la dirección actual del mismo está muy cuestionada por los propios pilotos, que vieron como el contenido del laudo era peor para ellos que la oferta de convenio que les hizo Iberia y a la que respondieron con las huelgas del año pasado. Esos pilotos ahora piden cuentas a sus representantes, los cuales pueden perder las próximas elecciones sindicales. Pero como quieren seguir en el poder, han optado por la estrategia de la presión sobre la compañía y la movilización para tratar de recuperar, al menos, parte de los apoyos perdidos. Pero eso es un problema interno de un sindicato que, en ningún caso, puede ni debe afectar a la marcha de la compañía. Con Iberia, ni con ninguna otra empresa se puede jugar al pim, pam, pum sin razón y menos por problemas internos entre los representantes sindicales, y menos en un momento como el actual de redefinición del sector aéreo en el que lo que está en juego es, ni más ni menos, que el futuro de la aerolínea.


© www.libertaddigital.com 2002
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.

 &nbsp
!-->

En Opinión