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Emilio J. González

Menos dramatismo

La petición del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, al Congreso norteamericano para que apruebe urgentemente el paquete de medidas fiscales para relanzar la economía y evitar que se hunda más suena poco menos que dramática, sobre todo el mismo día en que el Departamento de Comercio anunció que el PIB de EEUU había caído el 0,4% en el tercer trimestre del año. Pero las cosas, probablemente, no son para tanto.

La contracción de la economía norteamericana no es ninguna sorpresa. Desde hace meses, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, ya venía advirtiendo de ese peligro tras el estallido de la burbuja de las tecnológicas y la constatación de que la industria estadounidense tiene bastante más capacidad productiva de la que realmente necesita. Por tanto, el resultado del tercer trimestre se puede decir que ya estaba descontado, a pesar de los atentados del 11-S. La destrucción de las Torres Gemelas, de hecho, sólo ha echado un poco más de leña a un fuego que ya estaba ardiendo.

Evidentemente, a un político como Bush no le hará mucha gracia ser el presidente bajo cuyo mandato llegó el final de diez años de expansión ininterrumpida y creciente de la economía norteamericana, pero así son las cosas porque los ciclos económicos, al final siguen vivos. Además, si se tiene en cuenta que los analistas esperaban una caída del 1%, no se puede decir que el dato de PIB del tercer trimestre sea tan malo: tan sólo constata lo que ya se sabía. Ahora lo importante es saber cuánto tiempo va a durar la crisis y la profundidad que alcanzará. Pero, probablemente, ni será muy larga ni muy intensa. Y es que a principios de 2002 ya se dejarán sentir los efectos de los fuertes recortes de tipos de interés llevados a cabo por Greenspan en los últimos doce meses en una economía muy sensible a los movimientos del precio del dinero. Por tanto, parece que no ha lugar a tanto dramatismo como ha expresado Bush con su petición.

Eso sí, si el Congreso aprueba rápidamente el paquete de medidas fiscales de reactivación, más pronto llegará la recuperación... si Ben Laden y sus secuaces no vuelven a hacer de las suyas.

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