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Emilio J. González

Oscuridad en la Once

En el caso Gescartera hay muchos puntos oscuros, quizá demasiados, que exigen luz y taquígrafos. Ese velo negro se extiende a todos los ámbitos que toca la trama organizada por Camacho y sus compinches, incluida la Once, que tiene mucho que aclarar en todo este turbio asunto.

La organización de los ciegos españoles convocó el pasado lunes una rueda de prensa para dar explicaciones. Tenía mucho interés en que acudieran todos los medios. Pero la intervención ante los periodistas del presidente de la entidad, José María Arroyo, lejos de arrojar luz sobre la oscuridad, aumentó más las tinieblas. Arroyo dijo que la Once no estaba en Gescartera. Ahora, el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, ha desmentido a Arroyo al señalar que en los resultados del primer semestre de 2001 de la Once figura la participación en Gescartera. ¿A qué responden entonces las palabras de Arroyo cuando la propia documentación oficial de la organización le desmiente antes incluso de hablar? ¿Es que sus subordinados le cuentan una cosa y luego hacen otra? ¿Es que realmente pretende dar esa sensación para tratar de eludir las responsabilidades que le corresponden en todo este asunto y justificarse con el burdo argumento de no saber qué hacían Rafael de Lorenzo y José Manuel Pichel? ¿Qué quiere ocultar realmente?

Luego está la propia participación de la Once, más concretamente de su Fundación, en Gescartera, incluido el dinero invertido allí. Esos recursos deben tener otros fines, los propios de la Fundación, no estar colocados en una entidad financiera como Gescartera en busca de rentabilidades. Esa operación, además, no se puede justificar desde el punto de vista de la gestión de tesorería porque, entonces, lo lógico sería que estuvieran en cuentas bancarias o valores de alta liquidez para que pueda haber una disposición poco menos que inmediata del dinero. Arroyo tiene que aclarar esto y, desde luego, dar explicaciones de su relación con el ex secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna. Claro que, a lo mejor, para esto último, hay que esperar a ver cómo evolucionan los trabajos de la Comisión de Investigación y la instrucción de la juez Teresa Palacios en la Audiencia Nacional.

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