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Emilio J. González

Parálisis

Los manuales de Bolsa dicen que, para que el mercado de valores sea eficiente, debe contar con un entramado económico, técnico e institucional que permita que las operaciones se ejecuten con la mayor velocidad posible, para adaptarse adecuadamente a los condicionantes del mercado y a las noticias que influyen en los precios de las acciones. El parqué español, en este sentido, es ejemplar: hay liquidez de sobra para que las órdenes que afectan a muchos de los valores, entre ellos todos los del Ibex 35, se cuadren con rapidez y tiene un sistema técnico de negociación y casación de precios de lo más avanzado del mundo, como prueba el hecho de que lo haya exportado a algunas de las principales plazas financieras internacionales.

Al parqué español, sin embargo, le falla el entramado institucional, que no es todo lo bueno y eficiente que debiera, especialmente su pilar central, la Comisión Nacional del Mercado de Valores que, tras varios años de actuaciones más que discutibles, ahora le aqueja el mal de la parálisis permanente desde la llegada de Blas Calzada a su presidencia. El último ejemplo acaba de proporcionarlo este mismo viernes, cuando autorizó la OPA de ACS sobre el 10% de Dragados después de un mes desde su presentación. Un mes en el que han cambiado muchas cosas en la Bolsa, de forma que a la compañía que preside Florentino Pérez le va a salir cara la operación a causa de la caída generalizada de las cotizaciones como consecuencia de las incertidumbres sobre Irak, como le podría haber salido cara a los accionistas que acudan a la OPA si el escenario hubiera seguido siendo el mismo que en las primeras semanas del año, esto es, el de las subidas continuadas. En cualquier caso, alguien, uno u otro, pierde por el tiempo que ha tardado la CNMV en resolver el asunto. Eso no se puede permitir.

La CNMV no ha dado explicaciones de su retraso. Si tenía dudas por algún motivo, debería hacerlas constar, pero no ha sido así. Por otra parte, la OPA de ACS se ajusta perfectamente al ordenamiento jurídico vigente para este tipo de operaciones y, desde luego, es algo mucho más beneficioso para el accionista –sobre todo el minoritario que decida acudir– que la toma de control de Dragados por parte de Florentino que tuvo lugar a través de la venta a ACS del 23,5% del capital de la compañía en manos del SCH. Sin embargo, la CNMV ha retrasado la puesta en marcha de la operación sin explicar los motivos, algo no muy bien visto por un mercado que necesita rapidez en la toma de decisiones y solvencia en los organismos supervisores, algo que una paralizada CNMV, hoy por hoy, es incapaz de ofrecer.

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