Menú
Emilio J. González

Responsabilidades

No tengo muy claro si la estrategia de la defensa de Antonio Rafael Camacho en el caso Gescartera es la de encender el ventilador y repartir responsabilidades entre todos para reducir las del mismo propietario de la agencia de valores implicada en una presunta estafa. Pero, al menos, tengo claras varias cosas.

La primera de ellas, indudablemente, es que, diga lo que diga Camacho, él tiene una responsabilidad ineludible en todo cuanto ha pasado en Gescartera y que no puede alegar desconocimiento de nada para imputarlo todo a los dos administradores de la sociedad, como acaba de hacer ante la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, porque los trajes de Armani, los carísimos regalos que hacía y las juergas que se corría en los más lujosos lupanares de Madrid hablan por sí solos de lo que Camacho ha hecho con parte del dinero de Gescartera.

Ahora bien, independientemente de todo esto hay que seguir con atención lo que ha dicho Camacho sobre que la CNMV y la auditora Deloitte & Touche (DT) sabían perfectamente lo que estaba pasando en Gescartera. Por lo que hasta ahora se sabe de las investigaciones y las declaraciones de unos y otros, Camacho puede tener razón. Y eso nos lleva al verdadero meollo de la cuestión. Lo de DT, por lo que parece, es como lo del caso Enron y lo que procede, por tanto, es la sanción pertinente y la exigencia de responsabilidades por colaboración en la comisión de delitos así como una regulación clara de las auditorías para que esto no vuelva a suceder.

En cuanto a la CNMV, es evidente que falló el procedimiento, como se ha dicho por activa y por pasiva, pero empieza a ser evidente también que podría haber habido algo más, aunque sólo fuera negligencia por parte de los directivos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, enfrascados como estaban en una batalla por el poder trufada de personalismos. La CNMV, por tanto, ha fallado y ha fallado doblemente. El primer error puede corregirse ahora que empieza la tramitación parlamentaria de la ley financiera. En este sentido, el texto confiere a la propia CNMV la capacidad de regular nuevos procedimientos para evitar nuevos Gescarteras pero, ¿quién controla al controlador?

En el segundo caso, todo depende de las personas que estén al frente de la Comisión. Parece que el nuevo presidente, Blas Calzada, está empezando con buen pie, pero tiene ante sí el reto de demostrar que eso que ha dicho de que en España un caso como el de Enron se hubiera detectado a los quince días sea verdad, porque Gescartera estaba todavía más claro y pasó casi año y medio hasta que se intervino, sabiendo como sabían unos y otros lo que sucedía, cuando en sus arcas ya no quedaban más que telarañas porque los buenos dineros invertidos allí se encuentran en estos momentos en otros bolsillos, vaya usted a saber de quiénes.

© www.libertaddigital.com 2002
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.

 &nbsp
!-->

En Opinión