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Emilio J. González

Soros ataca de nuevo

George Soros es un financiero británico, de origen húngaro, que se formó en la London School of Economics, con Karl Popper como uno de sus profesores, y se hizo mundialmente famoso en septiembre de 1992, durante la crisis cambiaria que rompió el Sistema Monetario Europeo, al especular contra la libra esterlina con un éxito que le reportó ganancias de decenas de millones de euros. La táctica de Soros fue sencilla. El financiero aprendió de Popper, el gran maestro de la metodología de la ciencia que legó al pensamiento político una obra capital, La sociedad abierta y sus enemigos, la importancia de conocer la conducta humana y aplicó esta sabiduría a la especulación.
 
Soros se percató de que la libra declinaba poco a poco frente al marco alemán, pero no por razones de fundamentos económicos del Reino Unido y Alemania, sino porque los gráficos de análisis técnico de los operadores del mercado de divisas mostraban una tendencia bajista y actuaban en consecuencia sin preguntarse si esos movimientos eran lógicos o no. En ese momento, Soros se aprovechó de esta forma de actuar de los ‘brokers’ de divisas y metió presión a la moneda británica mediante ventas de la misma para comprar marcos. Como es lógico, los gráficos recogieron estas operaciones e incitaron a los intermediarios de los mercados de divisas a vender todavía más libras porque esos gráficos les decían que había que hacerlo. Mientras tanto, el financiero húngaro-británico se sentó a esperar tranquilamente que los miopes operadores del mercado de divisas desarrollarán el movimiento que él había desencadenado hasta hundir el tipo de cambio de la libra esterlina y expulsarla del SME. Entonces, Soros vendió sus marcos, sus dólares y sus francos suizos, compró divisas británicas y ganó toda una fortuna gracias a su conocimiento sobre el comportamiento humano, concretamente de una subespecie del ‘homo sapiens’: el analista técnico de los mercados de divisas.
 
Once años después de este episodio de especulación que lanzó a Soros a la fama mundial, el financiero ataca de nuevo, en el mismo mercado y con la misma estrategia. Lo único que cambia es que ahora el objeto de especulación no es la libra esterlina sino el dólar estadounidense y que, en esta ocasión, no actúa sólo sino en compañía ni más ni menos que de Warren Buffett, el segundo hombre más rico de Estados Unidos y todo un mito viviente entre los inversores bursátiles por haber logrado convertir cien dólares en una fortuna de varios miles de millones a través de su sociedad de inversiones Berkshire Hathaway.
 
El dólar empezó a debilitarse frente al euro y el resto de divisas a principios de 2002 como consecuencia de los bajos tipos de interés en Estados Unidos y el abultado déficit de balanza de pagos de la economía norteamericana. Desde entonces, el ‘billete verde’ ha perdido un 27% de su valor frente a la moneda única. Sin embargo, hubo un momento en la segunda mitad de 2003 en que el dólar dejó de caer respecto de las demás divisas y sólo siguió bajando frente al euro. Este hecho de por sí es llamativo y más aún si se tiene en cuenta que los expertos en análisis macroeconómico dicen que si se tiene en cuenta los fundamentales económicos de EEUU y la zona euro, la moneda europea estaría sobrevalorada.
 
Aquí es donde interviene Soros. En cuanto se dio cuenta de cómo estaban las cosas y que el dólar seguía cayendo por una simple cuestión de los gráficos de los analistas técnicos del mercado de divisas, como en septiembre de 1992, entró en acción e invitó a su amigo Buffett a que lo acompañara. De esta forma, ambos empezaron a vender dólares, alimentando la tendencia bajista de la divisa norteamericana en los gráficos de los operadores del mercado cambiario, que empezaron a actuar como Soros sabía que iban a hacer, a pesar de que algunos expertos sensatos advirtieron de que lo que ocurría con el dólar respondía simplemente a las operaciones sugeridas por el análisis técnico porque, por fundamentales, el euro ya estaba sobrevalorado.
 
¿Dónde terminará todo? Donde los gráficos de los analistas del mercado de divisas digan que ya hay pocas posibilidades de encontrar nuevos compradores de euros a un tipo de cambio frente al dólar que hoy se estima entre los 1,3 y los 1,35 euros por cada divisa norteamericana, aunque quién sabe dónde estará el suelo realmente. Lo que sí es cierto es que, en cuanto el dólar toque fondo, Soros y Buffett venderán euros, comprarán dólares, iniciarán así la recuperación –con fuerza– de la divisa norteamericana y se harán mucho más ricos de lo que ya son gracias a los analistas técnicos.
 

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