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Encarna Jiménez

Ausencia clamorosa

Los reportajes de “Informe Semanal” no suelen ser gratuitos. Constituyen una especie de catecismo que responde tanto a los intereses de TVE en su rama política —temas colocados “desde arriba” por su interés institucional— como al entramado ideológico de los “profesionales” de la casa. En cultura e internacional se mueven en el tópico progre, unas veces folclórico y otras indignante, y en el terreno social suelen tener un punto dramático (Llorera semanal). Ese calculado equilibrio le ha permitido sobrevivir varias décadas y, si no ser punto de referencia informativa, al menos convertirse en un espacio influyente que “santifica” los temas.

El reportaje que el último sábado dedicó a la violencia doméstica, sin embargo, tenía una incógnita en su planteamiento. Las víctimas de los malos tratos es un asunto desgraciadamente de actualidad. Ya van más de 30 muertas este año. El comportamiento de muchos jueces no ayuda a aliviar la situación y el silencio cómplice de los familiares tampoco. Cualquier momento es bueno para concienciar a la población sobre el tema y animar a la denuncia de los casos, pero este reportaje, planteado ahora, podía dejar en evidencia la ausencia de la actual directora del Instituto de la Mujer, Miriam Tey, editora del libro de ficción violadora Todas putas. El reportaje firmado por Zulema Larripa y tres periodistas más contó con el testimonio de mujeres miembros del “Observatorio de la Violencia Doméstica”, de una responsable del centro de la Generalitat Valenciana que atiende los casos de maltrato, de policías especializadas y estuvo en contacto con víctimas. Sin embargo, no creyó conveniente que una institución que, por sus competencias, tiene algo que decir, no aportara su opinión por boca de la máxima responsable.

Cuando el libro de Hernán Migoya ha empezado a distribuirse en su segunda edición, y tras la ausencia de Miriam Tey en el Senado, donde acudió el ministro Eduardo Zaplana a dar la cara por ella, en el reportaje quedaba patente la incongruencia de la editora por mantenerse al frente de un organismo que no puede representar sin entrar en contradicción con sus actividades privadas.

Por supuesto, “Informe semanal” soslayó la polémica sobre la posible dimisión de la directora del Instituto de la Mujer, que no era pertinente en el reportaje, pero la ausencia de Tey, todavía al frente del Instituto, subrayaba la contradicción de una mujer que tiene argumentos para seguir con el libro en el mercado, pero le faltan a la hora de cumplir con sus responsabilidades como cargo público.

La doble incógnita del reportaje es si la desaparición de Tey es prudente distancia de “Informe Semanal” o consigna superior previa a una caída por pérdida de confianza.

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