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Encarna Jiménez

El conflicto de "Línea 900"

“Sed de golf”, el reportaje de “Línea 900” que emitió La 2 de TVE el domingo pasado ha desatado la polémica, tanto en la región de Murcia como en los pasillos de TVE. El programa informativo de la cadena pública, siguiendo su estilo y su trayectoria, mostró un documento bastante contradictorio sobre el apoyo del Gobierno murciano a las iniciativas empresariales para construir complejos turísticos en los que el reclamo del golf sirviera para atraer a compradores y turistas.

El reportaje, que dio voz a defensores y detractores del plan, tuvo el estilo que caracteriza al programa. Bastante documentado, pero tendencioso hasta cuando quiere no parecerlo. Durante más de media hora, los defensores del proyecto hablaron de la importancia de atraer un turismo de mayor poder adquisitivo a la región y fomentar la inversión. Los argumentos de los responsables gubernamentales fueron bastante claros, y muy razonables los de la consejera responsable. Menos hábil, sin embargo, estuvo uno de los promotores, que andaba a la defensiva y no supo “vender” la iniciativa empresarial. Además, el equipo del programa vino a denunciarlo por decir que el campo de golf se regaba con agua reciclada del consumo humano, cuando no había vendido los suficientes inmuebles como para reciclar nada.

También aparecieron unos agricultores nostálgicos, que habrán sido tan malgastadores de agua como otros y han invertido dinero negro en nuevas roturaciones, y una profesora universitaria, que hacía gala de gran incultura al expresarse, que se encargó de desarrollar en tres intervenciones la demagogia medioambiental correspondiente con tono reivindicativo y aire de ser perseguida.

En Murcia, el programa ha sentado mal, y no sólo al PP y a los promotores, sino hasta al PSOE, porque es un pequeño torpedo en las reivindicaciones autonómicas de cara a la puesta en marcha del Plan Hidrológico Nacional. Pero el asunto no habría traspasado fronteras autonómicas si el equipo de “Línea 900” no hubiera amenazado con dimitir y no se ampara en el corporativismo periodístico catalán para armar ruido y molestar al PP si les hacen rectificar algunos argumentos del reportaje como parece que anunció José Antonio Sánchez.

El equipo del programa, que no es tal porque los reportajes se encargan muchas veces a productoras privadas, tiene un estilo que puede parecer progre antiguo, como el de Gasset y similares, al que estamos acostumbrados. Unas veces hacen trabajos meritorios y otras no, como los informativos dedicados a la propaganda política. Lo que está claro es que no hay manera de gobernarlos desde Prado del Rey y siempre están dispuestos a hacerse los mártires con el amparo del gremialismo catalán.

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